domingo, 19 de octubre de 2014

Despedida, y cierre



Han sido varios años, y ha llegado el momento de decir adiós al Blog del Tipo inquieto.

La triste situación española pone a prueba la paciencia de todos, y también del que escribe estas líneas.

Pero, no es el final.

Pronto volveré con un nuevo Blog, una nueva orientación y aún más inquietudes, preguntas y respuestas que intenten dar explicación a los problemas que atraviesa España. Que a muchos nos importan, más allá de Demagogias, villanías, robos y perversiones de las ideas más básicas.

Ha sido un placer acercarme a vosotros en este rincón.

Muy pronto estaremos juntos de nuevo.

¡Eso es toooodoooo amigos!

martes, 30 de septiembre de 2014

Esta Justicia... como que no


España va de culo. 

Cierto, podría decirlo de otra manera. Políticamente correcta, que no ofendiera a nadie. Pero eso no cambiaría el hecho. 

Enumeremos solo algunas cosas: la Educación, va de culo, perdida en un Sistema que favorece la idiocia; la Política, va de culo: los grandes Partidos han timado a sus votantes y solo quieren conservar el poder a toda costa. Los nuevos Partidos amenazan con sacar lo peor. Y los partidos potencialmente capaces de dar la vuelta a la tortilla (como VOX, UPyD y Ciudadanos), tienen un largo camino por recorrer. Los Políticos salientes de cualquier color terminan en Cementerios de Elefantes maravillosamente remunerados, algunos de ellos sin haber pisado un trabajo por cuenta ajena (de los de levantarse pronto por las mañanas y lidiar con la vida real) en su vida. Y así, pretenden aconsejar sobre la marcha del País.

La Economía, va de culo. Mejora sensiblemente, pero el paro pesa demasiado, las medidas tomadas hasta el momento son pocas y a medio hacer. No hay voluntad política para entrar en el meollo de la cuestión, que incluye el Estado de las Autonomías y el modelo productivo. Por si esto fuera poco, la UE no va mucho mejor, fruto de su cobardía y el poder de unos Países sobre otros. Muchos analistas, además, alertan de una nueva recesión.

La corrupción campa a sus anchas: en las Instituciones, en los Ruedos políticos, en los Medios de comunicación... en todas partes. 

Pero, entre toda esta podredumbre, la Justicia se destaca por encima de todo. '¿Qué Justicia?', se preguntarán muchos, entre los que me incluyo. Cuando la Justicia sirve como instrumento de los poderosos, cuando castiga a algunos por delitos que a otros ni imputa; cuando ser un Juez coherente con su labor es lo extraordinario, está claro que algo falla. 

Un día sí y otro también, tenemos que tragarnos los vaivenes de un Sistema de Justicia corrupto, que no toca a aquellos que tienen poder (Pujol, la Infanta...) mientras destroza a aquellos que no lo tienen, lanzando todo el peso de la ley sobre ellos. Una Justicia servil con los Políticos de turno, pendiente de ascender, que no defender el imperio de la Ley.

Los altos Tribunales se reparten entre amiguismos políticos. La garante de nuestro supuesto Estado de Derecho no está ciega, está moribunda, herida de muerte por las flechas del interés de unos pocos. 

Si un Ciudadano normal tiene la certeza de que la Justicia no hará nada bueno por el en el caso de necesitarla ¿hacia dónde nos dirigimos como País?

¿Vamos a ser un País donde haya que robar a lo grande para tener el favor de la Justicia?; ¿donde tengamos que sobornar, prevaricar, estafar y mentir para campar a nuestras anchas?

Entre las reformas que necesita España para ser (realmente) una Democracia y un Estado de Derecho, la Justicia está de las primeras de la lista. 

Necesitamos una Juticia para todos, sin excepción, donde paguen quienes cometan delitos, vengan de donde vengan.

La pregunta es: ¿podrán los lobos que cuidan el rebaño llevarlo al lugar que le corresponde?

domingo, 21 de septiembre de 2014

Felicidades, señor Abascal


Estimado señor Abascal, lo primero es lo primero: le felicito por su nombramiento como Presidente de VOX. Además, por abrumadora mayoría y transparencia total. Es de agradecer en los tiempos que corren. 

No sé si lo recordará, pero después de las Europeas le dirigí una carta abierta, que usted tuvo a bien contestar, hecho que, por supuesto, le agradezco. Desde entonces su Partido ha sufrido una serie de acontecimientos que, quiero entender y así lo veo, les servirán para mirar hacia el futuro con la travesía por el Desierto terminada y la "basura" (entrecomillado y en cursiva) sacada. 

Como votante potencial (y desde luego, simpatizante in crescendo de lo que, intuyo, significará VOX en los próximos años), y activo seguidor de la realidad diaria, me gustaría, si me lo permite, darle mi visión (que, probablemente, compartirán muchos Ciudadanos deseosos de ver nuevas y válidas opciones políticas en el ruedo) de qué debe ser (y sobre todo, hacer) VOX: 

- VOX no necesita ser todo lo que el PP actual no es. No vayan por ese camino (estoy seguro de que no lo harán, y más con usted al timón, pero por si acaso...). El PP ha timado a sus votantes, en cuestiones ideológicas muy importantes (aborto, terrorismo, postración ante el Nacionalismo, dejadez con la corrupción y un largo etcétera), convirtiéndose en un PSOE con muy pocos matices. Sus actos le acabarán poniendo en su sitio. Aunque den un giro buscando votos, su credibilidad, como poco, está maltrecha.

- Hablen claro. Nada de metáforas, matices... decir una cosa un lunes y otra un martes. Entiendo el poder que ejercen los medios a la hora de formar las opiniones de quién no quiere mirar más allá. Créame cuando le digo que muchos de los votantes Españoles no comulgan con los eslóganes, las exaltaciones sin nada detrás, dónde se coloque la mochila el imitador de turno y los discursos de galletita de la fortuna. Evidentemente, deberían utilizar todos los medios publicitarios a  su alcance para hacerse oír pero, una vez que estén allí, no nos mareen con palabrejas. 

Claridad y unidad de discurso. Les pondrán muchas piedras en el camino, sobre todo desde el Partido Popular. Pero si esto fuera fácil, no tendría tanta gracia ¿no le parece? 

Si hacen lo que dicen y dicen lo que hacen, el mensaje calará. Si algo nos ha enseñado el auge de Podemos es que la información puede llegar (y llega), más allá de las tertulias de la Sexta. Estaremos de acuerdo con ella o no (en mi caso, para nada. Discursos vacíos y decir a la gente lo que quiere oír está muy bien, hasta que la terca realidad se posiciona), pero Pablo Iglesias y los suyos han hecho una de las mejores campañas que yo recuerdo, y desde luego de las mejores en el terreno del Social Media. 

Aprovechen cada resquicio para que el mensaje quede claro, con la cabeza bien alta, aunque al otro lado del aparato esté Jorge Javier Vázquez.   

- Estamos hartos de corrupción, a todos los niveles. Es Humana, imposible hacerla desaparecer del todo. Pero es imprescindible (al menos para mí) que si se produce en su Partido, la corte de raíz, con un criterio claro. VOX tiene que ser el adalid de la virtud del servicio público. Un País no se gobierna solo, y si ustedes se ven en la tarea de hacerlo en el futuro, tendrán que ser consecuentes con la importancia de ésta. Hasta ahora, ni PP ni PSOE (aunque, evidentemente, han hecho cosas bien de tanto en cuanto) nos han dado la posibilidad de sentirnos plenamente orgullosos de nuestros servidores públicos. 

El camino de su Partido empieza ahora. Y no estamos en un Mundo donde la información tenga que venir de la tele que veían nuestros abuelos. Quien quiera seguir a VOX, aunque les cerquen en los paniaguados medios públicos y privados mantenidos, podrá hacerlo. La información está ahí si realmente se quiere llegar a ella. 

- Con sinceridad, le diré que su elección como Presidente es la mejor. Su trayectoria es intachable y, como ya se ha dicho, hay muy pocos Políticos (en mi caso, me sobran los dedos de una mano para contarlos) en los que confíe, que CREA lo que dicen porque sus actos hablan por ellos. 

Le deseo lo mejor. Estoy convencido de que si VOX hace bien las cosas, también será lo mejor para España. 

La pelota está en su tejado, y estamos expectantes por ver dónde (y sobre todo, cómo) la lanza. 

Suerte, señor Abascal. Haga que sigamos orgullosos de usted y su (renovado, renacido, preparado) Partido. 

Si me permite terminar con un coloquialismo, con cariño... no la caguen. 

martes, 9 de septiembre de 2014

El Molt



Pues sí, volvemos de vacaciones y resulta que realmente estábamos ante un Molt.

Es más, el 'más Molt' de todos. Lo que nadie nos dijo es que el Molt sería del todo menos Honorable, sino todo un reflejo de lo que es la Política y los Políticos que llevan X años en el bote, han saboreado las mieles del poder y, sin comerlo ni beberlo, han descendido alegremente a los infiernos a costa de todos los españoles.

Este señor es un Molt, no lo pongo en duda pero ¿de qué tipo? Voy a aventurar.

Molt cínico: 35 años en política, defendiendo la 'causa catalana' cuando lo único que quería era llenarse los bolsillos a costa de sus compatriotas Catalanes (Españoles, vamos).

Molt mangante: o presuntamente, que si no te la lían. Por muy importante que sea tu cargo en Política, resulta impensable que acumules miles de millones de euros. A menos, claro, que tus acciones dejen en ridículo al mismísimo Tony Soprano. Eso es Fair Play. Toma ética.

Molt fuera de la ley: ¿qué coño es eso de la UDEF?, se preguntaba el Gandalf de la política catalana. Pero esa pregunta no solo se la hace el, sino todos aquellos que instrumentalizan la justicia, las fuerzas del orden, las leyes y lo que haga falta oiga, en su propio y único beneficio.

Cuando las leyes se saltan o se hacen a medida del delito, se está fuera de la ley. Por mucho que se maquille entre discursitos y peroratas.

Molt más cara que espalda: lo que ha hecho el Molt lo hace cualquier hijo de vecino no tocado por las meigas de la 'alta (me parto)' política, y no solo releva a Bárcenas en la cárcel, sino que el escarnio que sufre por parte de todos los medios (la mayoría aborregados con el Molt, su casero, su acreedor, su Padrino) es brutal, y merecido.

Molt vergonanzte: a lo mejor yo soy un imbécil, pero si una cuarta parte de lo que está saliendo se mostrara cierto, me costaría mucho mirarme al espejo, y menos aún aceptar el título de 'Molt', en cualquier ámbito.

Molt persona de baja calidad: a muchos de los que ostentan el poder les dará igual, porque se tiran al río del 'ande yo caliente', pero para la gente de a pie, que incluso tiene valores (al Molt y sus amigotes esto les sonará a chino), una persona como el Molt, y sobre todo las acciones que lo definen, le convierten en gente de baja calidad. Alguien al que no querrías tener a tu lado. Si tuvieras vergüenza, principios y todas esas cosas fantásticas que aparecen en Harry Potter.

Pero el Molt no está solo, porque frente a el (o más bien, a su lado) hay un batallón de Molts que, además, se supone que tienen que poner el orden en el caos. Estos Molts se caracterizan por las airadas palabras, o las palabras cálidas... pero las acciones cero, ridículas, vergonzosas.

Molt cobardes: venderían a su propia madre con tal de seguir en un confortable sillón a costa del erario público. Todo vale. La sinceridad es una frontera desconocida para ellos, y pueden decir una cosa y la contraria, tan campantes.

Molt me la sudan las hemerotecas: cada día invento algo nuevo. Según sople mi viento (al viento del País, y sus tempestades, que les den). Si alguien me saca una grabación de lo que se que dije, puedo negarlo. No hay problema. La realidad es para los pobres.

Molt me bajo los pantalones: soy un matón con los que puedo, pero un cobarde con los que debo. Y presumo, claro, presumo.

Molt borregable: el objetivo principal: alcanzar la perpetuidad. Si para ello tengo que manipular a las masas, lo haré. Si tengo que desvirtuar la educación y educar en el odio, lo haré. Si tengo que recortar lo importante para favorecer mis ansias de poder, lo haré. Haré lo que sea, por encima de quien sea, para perpetuarme, alternar y, a la larga, eternizarme.

Ésta es la realidad del Molt y sus Molts. Hay ovejas descarriadas en Política, por supuesto, con valores de verdad. Pero esas ovejas siempre tendrán al Lobo delante, que se las comerá vivas al menor atisbo de que la silla peligra. Y lo hará de todas las formas imaginables posibles (vídeos trucados, delitos que salen de la nada, escuchas ilegales, escándalos que salen cuando interesa, el correr de la sangre...) dejando a ficciones como 'House of Cards', a la altura de una Sitcom de sobremesa.

El Molt es un jeta, sí, pero solo es el fruto de un árbol con un tronco muy fuerte y arraigada madera de jétano.

El árbol se llama muchos Políticos de España (lo mismo hasta hay esperanza con los que aún son servidores públicos), por cierto.

Moltes gràcies per tot... Moltjadero.

viernes, 25 de julio de 2014

Cerramos por vacaciones



Estoy realmente preocupado por los años que me han tocado vivir.

No debería, quizás. Lo mejor sería dejarme llevar, ponerme con la manada y molestar lo menos posible. Consumir telebasura, hacerme eco de lo que les pasa a los famosos y famosas, hacer lo mínimo posible. Subsistir, vaya.

Pero el caso es que siempre he sido un Ciudadano cabezón, concienciado con el País en el que vivo y la Sociedad de la que formo parte.

Y nuestro País se está yendo al garete ¿o es solo una percepción?

Antes de que me lleven los Diablos por el hartazgo, voy a dar un paso atrás vacacional, que me permita coger carrerilla para encarar el nuevo curso con ganas y acento crítico constructivo.

Ahora mismo, estoy saturado: me saturan los discursos de lo que antes era bueno y ahora malo (dependiendo del Partido que esté en el poder).

Me saturan las declaraciones de Susana Díaz cuando reculan con el tema de las primarias. Me satura el fraude bancario, la corrupción andaluza, los Sindicatos, la perversión educativa, la demagogia... el uso de todo lo que esté al alcance con tal de seguir pegado a la silla.

Me satura que la hemeroteca sea una palabra desconocida para la inmensa mayoría de los que hoy dicen blanco y mañana negro, y al revés, y vuelta a empezar.

Me satura la mediocridad de los que se lo llevan crudo sin saber hacer la O con un canuto. Me satura la desgana a la hora de buscar información desde todos los ángulos posibles, en un momento en que otra cosa faltará, pero información... para nada.

Me satura que mucha gente de las cosas 'por buenas', sin ni siquiera pensarlo.

Me satura tener que pensar con qué nueva enervante noticia desayunaré: por parte de PP, PSOE, UGT, PODEMOS, aledaños y semejantes; la Justicia para algunos, las Cajas, la postración ante los terroristas, el desafío separatista y ese LARGO, LARGUÍSIMO etcétera tan fascinante como demoledor.

Así que me voy de vacaciones. Porque quiero seguir hablando de la actualidad, porque me interesa lo que pasa. Porque creo firmemente en que los movimientos de nuevos partidos y formaciones que no venden humo pueden ayudar a cambiar las cosas.

Porque en el siguiente post, quiero estar despejado como para analizar sin despotricar. Para eso, ya están muchos de los que rigen nuestros destinos.

¡Felices vacaciones!

miércoles, 16 de julio de 2014

¿Por qué, Pedro?


He de confesar que la elección de Pedro Sánchez como futuro secretario general del PSOE, dentro de los candidatos, me pareció la mejor. 

El  sectario Madina me daba mucho miedo, y Pérez Tapias no iba a salir salvo milagro. 

Pedro Sánchez, dentro del elenco de insignes Socialistas, es de los pocos que ha trabajado en el sector privado, está bien preparado, habla inglés (Rajoy, Zapatero, Aznar... aprended) y tiene una fotogenia prestidigitadora. 

Evidentemente (y más con la escalada de Podemos) el listón se ha bajado al mínimo, y no es la solución deseada para el PSOE, que necesita estar más fuerte que nunca para volver a reunir el voto de la izquierda, escorado hacia la formación de Pablo Iglesias. 

Pero, al menos, Sánchez apuntaba maneras. Atención: apuntaba

Por tanto, no puedo evitar preguntarme, dadas sus últimas actuaciones: ¿por qué, Pedro? 

¿Eres solo el que guardará el asiento a Susana Díaz?; ¿acabas de llegar y ya debes tantos favores como para no poder moverte sin que el amo te ajuste la correa?

Que Susana Díaz sea la gran esperanza del PSOE, la jefa del cotarro, provoca pavor. 

Nunca ha ganado nada, apenas tiene formación, ampara los ERES, encarna lo peor de la 'Casta' y su único logro fue estar ahí cuando José Antonio Griñán tiró de dedazo

También, me imagino, suyo es el logro de haber catapultado a Sánchez a la Secretaría General con los votos de los andaluces. 

Porque, si no, resulta difícil de explicar el giro de Sánchez, nada más empezar a mandar. Aunque interesadas, las llamadas al 'montaje' en la elección de Sánchez, tienen bastante sentido.

¿Estos son tus principios, Pedro? Si así quieres aglutinar el voto de la izquierda española, me temo que Susana Díaz no tendrá partido Socialista Obrero Español (como mucho, Andaluz) que heredar. 

¿Cálculo político o antesala del batacazo? Sea una cosa o la otra, los españoles salimos perdiendo, tendamos o no hacia la izquierda. 

sábado, 12 de julio de 2014

Miguel Ángel y la España que fue


Mi querido Miguel Ángel:

Hoy se cumplen 17 años de tu asesinato, el fatídico 12 de julio de 1997. Por aquél entonces yo era muy joven, y apenas empezaba a hacerme una idea realista del Mundo. Pero recuerdo ese momento como si fuera ayer, y también lo que vino después.

Miguel Ángel, el heroico sacrificio que tristemente protagonizaste, tuvo como consecuencia la unidad de todos los Españoles contra esa lacra llamada terrorismo: una sola voz contra el imperio de aquellos cuyo mensaje viaja en el interior de una bala.

Me impactó mucho tu muerte, Miguel Ángel, pero también consiguió que madurara, que recibiera un soberano guantazo de realidad, y comprobara la reacción de un pueblo ante la barbarie. Hay hechos traumáticos que sacan lo mejor uno mismo.

Tu muerte no fue en vano: siempre serás el espejo donde deberíamos mirarnos cuando el mensaje de paz y unidad se pervierte hasta que resulta irreconocible.

Me gustaría decirte, Miguel Ángel, que la España de hoy es mejor. Me gustaría decirte que el Terrorismo y aquellos que lo defienden o protegen con su inacción, ha muerto. Pero no puedo, y eso me lleva a desear que estés en un lugar mejor, y también posa en mí un sentimiento de rabia, de inmenso estupor ante las acciones de aquellos que una vez defendieron tu legado, y ahora lo pisotean.

Sí, Miguel Ángel, las cosas han cambiado: ETA no mata, por el momento, pero a cambio gobierna en el País Vasco, callando bocas y alienando a todos los que quieren vivir en paz y libertad. En contra, solo unos pocos. ¿Los que tú creerías? No, Miguel Ángel. Esos que lloraron tu muerte y hoy siguen aprovechando tu recuerdo, sueltan terroristas, ayudan a partidos políticos que ni condenan ni condenarán el terrorismo, pues son su brazo en las instituciones. Y no están solos: otros que no creerías les acompañan de la mano, sin pinza en la nariz que disimule el hedor de sus actos.

Sus palabras claman contra el terror y jalean tu recuerdo, pero sus acciones dicen una y otra vez que el Terrorismo es un mal necesario para sus intereses.

La España que fue, Miguel Ángel, ha desaparecido. Y por eso tu recuerdo debe estar más vivo que nunca, y el de otros muchos hombres y mujeres que han sido víctimas de la barbarie terrorista en nuestro País. Algunos se lamentan de que segarte la vida no valió para nada. Puedo entender el razonamiento, pero en mi fuero interno, me niego a compartirlo.

Y lo hago porque no soy el único que sigue creyendo que el tiro en la nuca jamás estará justificado. Ni tampoco lo estará el protegerlo, disculparlo, tolerarlo, sobrellevarlo, verlo como un mal menor, cálculo político o cualquier otro proceder que logre que muchos duerman a pierna suelta mientras su alma, vergüenza, conciencia y humanidad se pudren, si es que alguna vez existieron.

Hoy estoy contigo, Miguel Ángel, como lo estaré el 12 de julio de 2015, los años venideros y los días que me queden por vivir. Hoy muchos deberían dejar de jugar con tu legado y tu nombre, y acompañar las palabras con hechos contra el reinado del terror... que existe y está muy vivo, con o sin pistolas.

Ya me despido, Miguel Ángel. No sin antes decirte que aún hay luz a final del túnel. Aún hay esperanza y buenas gentes (en el espectro Político, Periodístico, e Institucional, también) cuyas lágrimas por ti no son fingidas y sus palabras no se las lleva el viento.

Gentes que no quieren terminar por besar el suelo que pisan los asesinos.

Un abrazo, Miguel Ángel.

domingo, 6 de julio de 2014

¿Mismos perros, con distintos collares?


Lo confieso. Sigo fascinado por la Política. Para algunos, con la que está cayendo, esto les parecerá un sacrilegio. Porque la Política, en general, no vive sus mejores momentos, sobre todo en los dos grandes Partidos que se han repartido el gobierno en España durante las últimas cuatro décadas

Las elecciones europeas y sus resultados, han precipitado una sucesión de acontecimientos que, vistos desde fuera, tienen enorme interés pero, también, ponen los pelos de punta. 

El lunes tendrá lugar el debate que decidirá el destino inmediato del PSOE. Independientemente de que se comulgue o no con las ideas de este histórico partido, lo cierto es que una Democracia sana, que pueda tildarse como tal, necesita políticos de renombre, tanto en el gobierno como en la oposición. 

Y no un renombre cimentado en escándalos o discursos vacíos, sino en la ejemplaridad y, sobre todo, el servicio a España y los Españoles.  Algo que, a día de hoy, resulta imposible encontrar en PP y PSOE, que parecen más necesitados que nunca de una revolucionaria renovación. 

No nos engañemos, la política actual está llena de eslóganes y frases que podrían aparecer en cualquier galletita de la fortuna. Aquellos partidos y políticos que exhiben discursos de calado aún no atesoran suficiente poder para gobernar, torpedeados una y otra vez por los medios afines a PP y PSOE que, cada día, demuestran que su única ambición es mantenerse en el poder, aunque se lleven al país por delante. 

El PP tiene la vista en las próximas elecciones, con el cortoplacismo por bandera. El PSOE, presenta tres candidatos que tienen que basarse en la mera imagen. Perros más modernos, con distintos collares. Nada de lo que ha dicho Madina, Sánchez o Tapias se ha salido del guión, y mucho obedece, simplemente, a ver cómo Pablo Iglesias y los suyos están adelantándoles por la izquierda. Y, quien crea en Pablo Iglesias y su Partido, preferirá el original antes que cualquier copia interesada. 

No es que Podemos tenga mejor discurso (que no lo tiene, pero sí un líder carismático con la cabeza bien amueblada, capaz de ofrecer maná del cielo a un pueblo ahogado que se agarra a un clavo ardiendo y respaldado, además, por medios de comunicación tan potentes y mediatizados como La Sexta), pero sí uno que ha calado en gran parte de la Sociedad, harta de la Casta que encarnan Socialistas y Populares (en ambos casos, es un decir a día de hoy).

Por tanto, el nuevo líder del PSOE no puede ser una nueva cara, y nada más. Porque los españoles y la política, la de verdad, la que me fascina, no lo merecemos. Si vamos a cambiar una mediocridad corrupta por otra mediocridad por corromper; si la única solución pasa por elegir al mal menor; si los dos grandes Partidos están tan podridos que harán lo que sea menester para repartirse el poder ¿qué futuro nos espera?

No basta con que las cosas mejoren porque la economía sea cíclica, nos arrastre Europa, el sector privado haga sus deberes etcétera. Nuestros problemas no son solo económicos, sino que están arraigados en la esencia misma de nuestra joven Democracia, pervertida hasta el tuétano, irreconocible hasta para los padres que la parieron. 

La corrupción institucional de todos los poderes campa a sus anchas. Es económica, moral... vital. La idea de País se diluye, perdida entre tantos y tantos problemas emanados de las dejaciones de unos y otros. En semejante caldo de cultivo, lo último que necesitamos es que los Partidos de siempre, con sus tácticas de siempre, recuperen el poder perdido, apoltronándose a perpetuidad. 

Ni tampoco que los de nuevo cuño que dicen lo que mucha gente quiere escuchar, pero también nos condenan a un futuro a la venezolana, con más poder para un peor (sí, es posible) estado, terminen obteniendo una cuota de poder difícil de devolver a quien corresponde. 

El poder solo deben detentarlo los Partidos honestos, con un discurso coherente acompañado de medidas coherentes, y políticos dedicados a servir al pueblo, y no a desangrarlo. Porque en el momento en que un servidor público olvida a quien sirve, deja de tener legitimidad para gobernar.

Las opciones están hay, y felizmente aunque con lentitud, van recabando votos. 

Si resulta imposible una verdadera refundación de PP, PSOE (y CIU, y PNV...), si no podemos cambiar el collar y también al perro... solo saldremos adelante con la Política con mayúsculas. 

El pueblo está desesperado, pero no es tonto. La tarea que tienen por delante los UPyD, Ciudadanos, Vox etcétera es ardua, y tan importante es el mensaje y el ideario como la transmisión del mismo entre los Ciudadanos y Ciudadanas (que se lo digan a ese mago llamado Pablo Iglesias). 

No sé ustedes, pero yo no quiero, ni como votante ni como Ciudadano, que nadie me venda la moto. Sea del color (político) que sea.  

Es hora de hacer honor a la historia de la Política. 

viernes, 27 de junio de 2014

Papá ¿qué es un Fiscal?



Según la definición del Word Reference, un Fiscal es un "Funcionario judicial que representa al Estado y se encarga de la acusación pública en los tribunales".

Si, además, hablamos de una figura conocida como Fiscal anticorrupción, podemos inferir que se trata de un Funcionario que se encarga de la acusación pública en los tribunales, centrado en la lucha contra la corrupción.

Entonces ¿qué es el señor Pedro Horrach?

No me entiendan mal: no estoy diciendo con esto que la Infanta Cristina sea culpable de los delitos que se le (intentan) imputar, presuntamente cometidos junto a su marido, Iñaki Urdangarín. Eso que lo decida el Juez, porque yo sí respeto la justicia, aunque esté para el arrastre.

Lo que sí parece lógico (incluso de perogrullo) es pensar que el abogado defensor de la Infanta, y no el Fiscal anticorrupción, sea el encargado de presentar el recurso contra el auto del Juez Castro. Porque para eso uno es el abogado defensor y el otro el Fiscal anticorrupción.

Uno defiende, otro acusa (me acaba de venir a la cabeza el Conde Drácula de Barrio Sésamo, no sé por qué...).

Llevándolo al más simple de los razonamientos, que sin duda es el anterior ¿qué es lo que se me escapa?; ¿acaso hay razones jurídicas que no estoy teniendo en cuenta, y la Fiscalía anticorrupción está para hacer las labores correspondientes al abogado defensor?; ¿es un órgano independiente, o un instrumento para seguir metiendo la suciedad debajo de la alfombra?

Como no vivo en un mundo de fantasía y coloridos Unicornios, tiendo a pensar que las palabras de Pedro Horrach : "esto le ha pasado a la Infanta por ser quién es", refiriéndose al auto de Castro y su más que presunta cruzada personal contra la hermana del flamante Rey (por cierto, desde Zarzuela se ha pedido el máximo respeto mientras el Gobierno, a través del Ministro de Justicia, pasando por el Fiscal general y terminando en el señor Horrach, hacen un indescriptible y bochornoso papelón), son más un reconocimiento de presunta culpabilidad que un intento de exculpar a Cristina de Borbón.

Porque esto (a lo mejor soy en exceso simplista) es tan sencillo como pensar que si antes de que apareciera la Infanta en los trapos sucios todo le parecía bien a la Fiscalía ¿anticorrupción?, ahora que ha aparecido ¿ya no se lo parece?; ¿ya nada tiene sencillo?; ¿ahora el juez Castro es un cruzado loco que quiere hundir ni más ni menos, y por placer, a la hija del antiguo Rey y hermana del nuevo?; ¿un empedernido prevaricador?

No dudo del cuajo que tiene el señor Castro (casi tan grande como el aguante de la Juez Alaya) pero sí dudo de que se levante pensando en hundir a la Monarquía española, por puro placer y porque el lo vale. Con todo lo que puede hacer uno sin arriesgarse a que le trituren.

Menudo lío ¿no? A ver cómo le explico yo ahora a un niño qué es un Fiscal, y más anticorrupción, en España. A lo mejor tengo que ir a lo que parece: "mira, Miguelito, en España la Fiscalía anticorrupción es un instrumento más del Gobierno de turno, y si tiene que acusar, acusa. Aunque esté mal y no deba, acusa. Vamos, Miguelito, que puedes seguir creyendo hasta que te mueras en los reyes magos, total...".

Si Miguelito sigue sin enterarse, entonces, la puntilla: "¡Ay Miguelito! En España no hace falta tener estudios para ir al Tribunal de Cuentas. Puedes pertenecer al BEI e irte con una jubilación de oro y echando la culpa a otro; puedes separarte del País con el dinero del País; puedes robar a manos llenas y luego decir que se lo inventan todo; puedes perseguir al que no hace factura y luego pagarte las obras "en negro"; puedes y debes mirar hacia otro lado cuando los responsables son más poderosos que tú; puedes defender una cosa y la contraria, si te viene bien para recabar votos; puedes pervertir la información hasta que no quede un ápice de realidad en ella; puedes instrumentalizar los medios a tu antojo; puedes mercadear, estafar, sobornar y saltarte a la torera lo que te dé la gana, siempre y cuando te apellides tal o pertenezcas a cual. En fin, Miguelito... ¡puedes hacer lo que quieras!... En lo que no te pillen siendo del montón".

Y sí, soy consciente: lo más probable es que Miguelito haya sufrido, a estas alturas, una apoplejía. La misma que he sufrido yo al intentar buscar sentido a la figura y los actos de la Fiscalía anticorrupción, aledaños y semejantes, en España.

Ni con Kärcher, oiga, ni con Kärcher.

viernes, 20 de junio de 2014

Felipe VI ya está aquí



Presenciar momentos históricos es fascinante. Y más cuando éstos ocurren en España. Y más en esta España: un país convulso, que atraviesa momentos difíciles tanto políticos como sociales, en una crisis sin precedentes que está poniendo todo patas arriba.

Felipe VI es el primer Monarca español coronado en 'nuestra' Democracia. Coronado por nuestra Constitución, la de nuestros padres, sus hijos y los hijos de sus hijos.

En su discurso, Felipe VI habla de ejemplaridad, pues solo la ejemplaridad le dará autoridad moral para que la Corona y la Monarquía se renueve para un (como bien ha dicho) tiempo nuevo.

La discusión entre Monarquía y República, a por qué Juan Carlos I no ha presenciado la coronación de su hijo, son temas que siempre estarán ahí, y cada uno defenderá sus argumentos.

Pero, nos guste o no la figura del Monarca, Felipe VI ha tocado en su discurso todos los temas que nos perturban aunque, de facto, no pueda hacer nada para remediarlos: el paro, el terrorismo, la superación de los tiempos trágicos (al menos, por la mayoría), la ejemplaridad como ejemplo para poseer autoridad moral, la convivencia cívica, la separación de poderes.

El reconocimiento de una España (no muchas) y todos los que la forman.

Es cierto que en España caben todas las formas de ser español. Pero caben siendo constructivos, mirando más allá y por encima, efectivamente, de nosotros mismos y de las jugadas de aquellos que quieren destruir una Nación milenaria.

No soy monárquico, tampoco republicano, solo un ciudadano concienciado que intenta mirar a la actualidad con algo de juicio. Tras los últimos años de Juan Carlos I y las sombras que planean sobre la Monarquía, el discurso de Felipe VI fue más que binvenido.

Si acompaña sus palabras con hechos, estaremos ante un Rey del que sentirnos orgullosos.

jueves, 12 de junio de 2014

Un espectáculo bochornoso


Lo primero (para evitar cualquier ataque injustificado): estoy a favor del debate en el Congreso de los Diputados, y estoy también a favor de que cada grupo parlamentario exponga sus ideas, porque para eso vivimos en Democracia. 

Hace poco reflexioné en el Blog sobre la importancia de la ejemplaridad en nuestros políticos, de cómo debíamos aspirar a tener representantes públicos intachables, bien preparados y orientados al servicio público. 

Ayer, en el inútil debate sobre la abdicación del Rey (que es una decisión personal, y no tienen razón de ser que haya que debatir sobre ello), observé unos representantes que, salvo las palabras de Rosa Díez (que estuvo atinada en el fondo y la forma) y cuatro gatos más, no me representaron. 

Para empezar, tenemos un Presidente del Congreso, el señor Posada, que es incapaz de ejercer sus funciones con cierta contundencia, sobre todo intentando conservar la solemnidad del debate (éste o cualquiera, que el Congreso es el reflejo de España de cara al exterior) y que cada uno de los ponentes del mismo se comporten de acuerdo a su condición. Otro Presidente más que tendrá su maravilloso cuadro en el pasillo, cuando apenas se merece una foto.

Lo que vimos ayer fue un gallinero. Y no es el primero, ni será el último. Sin entrar a discutir el objeto, ni el fondo del debate, sí quiero recalcar las formas. 

Un diputado (de la formación que sea. El color político me da igual) del Congreso no solo representa a sus votantes, sino que representa a España. Y no solo a los Españoles residentes, sino a los que se encuentran fuera del país y, por supuesto, de cara al exterior. Y, evidentemente, puede y debe defender sus ideas, pero dispone de un amplio abanico de formas de hacerlo. 

¿Dónde está la ejemplaridad de los pancarteros, los iletrados e iletradas, los solemnes con discurso vacío, los veletas, los anti españoles y toda esa patulea que ayer puso por enésima vez patas arriba el Congreso?; ¿acaso podemos identificarnos con ellos?

Algunos lo harán, pero el que aquí escribe no. 

Salvando algunas excepciones que, al menos, se preocuparon de que el fondo y las formas fueran coherentes el espectáculo fue, una vez más, bochornoso.  

domingo, 8 de junio de 2014

¿Me lo explica usted, Don Pablo?



En primer lugar, felicitaciones por el resultado obtenido, señor Iglesias. Usted y su formación, Podemos, han demostrado que pueden cambiarse las tornas del voto. Han reactivado a la izquierda que no reconoce al Psoe y que rehuye las medias tintas de IU, ambos partidos cómodamente asentados en 'La casta', que tantos años llevamos padeciendo.

He de reconocer que su formación ha dado mensajes de esperanza a la gente y que usted, a través de sus diversas intervenciones en los medios, ha sabido gestionar con la inteligencia requerida los puntos del programa.
Las elecciones ya han pasado, y todos deberían tomar nota de los resultados (algunos necios no lo harán). 

Ahora bien, como español, ciudadano y votante, me encantaría que me explicara cómo espera cumplir las promesas electorales que, imagino, querrá trasladar a futuro en las autonómicas y generales.

Si a cualquiera le pregunta si quiere ser más feliz, le dirá que sí. Si le pregunta si quiere ser más alto, más fuerte y más guapo, también. Si quiere ser más rico, por supuesto que también. Y más cuando está al límite de sus fuerzas. 

Estamos en una época de desencanto generalizado, propiciado no solo por la Crisis económica y el paro, sino por una debacle institucional, política y de ideas, donde se han puesto de manifiesto las taras de nuestros Políticos de primer orden, los que llevan alternándose en el poder desde la transición y piensan hacerlo hasta el fin de los tiempos, pese a quien pese, y también los Partidos satélite que orbitan en torno a ellos.  

En ese aspecto, la llegada de nuevos Partidos me alegra, y la bofetada que se le ha dado en las Europeas a PSOE, PP e IU, también. 

Pero, señor Iglesias, no quiero un País de cuento de hadas. Quiero que España crezca y los españoles también, pero no por ciencia infusa o la acción de un poder superior, sino a través de políticas serias... abanderadas por políticos serios. 

No dudo de su inteligencia, ni tampoco de su carisma. En el ruedo televisivo y mitinero ha derrochado capacidad dialéctica y desparpajo para llevarse por delante a inamovibles carcamales y cantamañanas que competían contra usted (no todos, por supuesto, pero sí a los Cañetes, aledaños y semejantes), además de darle un ¡'Zas, en toda la boca'! a su supuesto aliado ideológico más cercano, Izquierda Unida. 




El señor Cayo Lara ahora se quiere mover, como los Continentes, poco y tarde. Típica táctica del oportunista trasnochado. 

En suma, la campaña de Podemos, a nivel formal y de alcance entre la población, ha sido impecable.

Pero, permítame preguntarle algunas cuestiones básicas: ¿cómo piensa usted subir el salario mínimo?; ¿cómo piensa implantar una renta fija por el mero hecho de ser Español o Española?; ¿cómo piensa cortar los salarios tanto por arriba como por abajo, sin tener en cuenta criterios de, al menos, productividad?

Si su respuesta pasa por aumentar el déficit o emitir como loco deuda ¿cree que es sostenible una situación así que, de seguro, nos llevará a la quiebra? Si su respuesta pasa por decirme 'estamos trabajando en ello, lo diremos más adelante', entonces me sonará muy allegado a todos aquellos a los que critica. 

¿Tiene Podemos planes para dinamizar la economía, cambiar el modelo productivo, limpiar la influencia de 'La Casta' de las Instituciones, hacer una Justicia igual para todos, buscar una Sanidad y Educación ponderada, barata, efectiva y excelente, fomentar la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos posibles (y lógicos)? Y si es así ¿cuáles son?

Es muy fácil calar con mensajes de esperanza a una población hastiada de lo que tiene, que está viviendo un suplicio. Todos necesitamos un salvador. Pero también necesitamos poder ir al supermercado y que las estanterías no estén vacías. Poder decir lo que pensamos sin represión. Poder mirar más allá como País yendo todos juntos de la mano, superando nuestras diferencias por un bien común que, se supone, se llama España, y los Españoles que la habitamos. 

Tan solo le he hecho algunas preguntas que, dado que le tengo por una persona inteligente, espero que tenga a bien responder. Porque si Podemos tiene una respuesta para estas cuestiones que vaya más allá de las fórmulas populistas que nos llevan al pozo y el olvido y los eslóganes vacíos de contenido, no dude en que podrá contar con mi simpatía, y alabaré cada voto alcanzado por su formación en las Europeas, y su proyección futura. 

Porque yo, como muchos ciudadanos, también estoy harto de 'La Casta' y me gustaría ver luz al final del túnel y votar con la tranquilidad de no hacerlo siempre al mal menor (mayor, mediopensionista... ya que más da).

Así y todo, si el nacimiento de Podemos es el principio de una verdadera regeneración democrática, bienvenido sea... ¿o no? 

¿Qué piensa usted, Don Pablo?

miércoles, 4 de junio de 2014

Felipe VI, a la vuelta de la esquina


Estamos inmersos en un momento histórico. Y desde luego merece la pena constatarlo para la posteridad en este humilde Blog. Me he tomado mi tiempo, pues he querido paladear un poco la noticia, que llegó de sopetón, tras una semana frenética en lo que a la actualidad se refiere, liderada por las consecuencias de los resultados en las Elecciones Europeas. 

Desconozco la agenda de Zarzuela, como la conocen otros muchos periodistas que han escrito mucho sobre el tema, y especialmente sobre la abdicación de Juan Carlos I. 

Desde fuera, como Ciudadano, es inevitable pensar que las cosas no se han hecho del todo bien. Como a muchos otros, me extrañó que Rajoy anunciara lo que debería haber anunciado Juan Carlos I.  El Rey rara vez ha tenido problemas para comparecer delante de los medios de comunicación por cuestiones menos importantes. 

Ahora que debía decir algo sí o sí, lo hace otro. Y, cuando lo hace finalmente el, el discurso, por muy bueno que sea en la forma, no explica nada en el fondo, y se queda a medias, pequeño en comparación con el hecho en sí (no todos los días abdica un Rey en España).

Tiendo a decantarme por la hipótesis de que el anuncio del Rey ha cogido a todos por sorpresa. De no ser así, resultaría muy extraño que la preparación de todo lo relacionado con la abdicación se esté haciendo deprisa y corriendo, dejando varias cosas en el tintero (como qué pasará con la inviolabilidad del aún Monarca en cuanto su hijo sea proclamado -o nombrado- Rey). Si Zapatero, Rajoy, Rubalcaba y hasta la señora de la limpieza lo sabían desde enero... se han lucido.  

En cuanto a si debía o no marcharse, ahí si tengo una opinión clara: en los últimos años el Rey ha entorpecido más que ayudado, y nos ha dejado en mal lugar en numerosas ocasiones, con comportamientos erráticos y acciones impropias de alguien que debería ser ejemplar. 

No voy a entrar en su papel durante la transición, o en esas capacidades casi míticas que le atribuyen algunos. No soy especialmente monárquico, pero tampoco anti. Cuando la institución ha funcionado, creo que ha hecho un buen servicio al País. Sin Demagogias de por medio en cuanto al prespuesto (ínfimo en comparación con otras Casas Reales o lo que se llevan crudo muchos de nuestros políticos), la Casa Real puede ayudar a España, que es de lo que se trata. 

Por tanto, el relevo es bienvenido. Incluso los Republicanos estarán de acuerdo en que Felipe de Borbón no es como su regio padre. No lo era cuando éste estaba en plenas facultades, ni lo es ahora. Está preparado y libre de la culpa de algunos elementos de la familia Real que deberían dar con sus presuntos huesos en la cárcel. 

Y además, en sus primeras decisiones, parece que podará el concepto de Familia Real a Papá y Mamá, la futura Reina Letizia y sus hijas, como debe ser. El resto, que responda ante todas las indiscreciones que a los demás nos afectan cuando, como ciudadanos de a pie, las cometemos. Y si don Juan Carlos sabía algo de los presuntos chanchullos del señor Urdangarín y la Infanta, que responda por ello.   

Dado que parece imposible que el Gobierno y los Partidos dejen pronunciarse al Pueblo sobre qué quieren para España a este respecto, solo espero que Felipe VI sea un buen Rey, y deje el pabellón bien alto, con la integridad por bandera y la unidad y progreso de España como centro de su discurso. 

Si empieza así, la abdicación habrá sido el último gran acto de Juan Carlos I por el bien de España.

sábado, 31 de mayo de 2014

Carta abierta al señor Santiago Abascal



Estimado señor Abascal.

Acabo de leer su carta a un Militante de Vox, con la que estoy muy de acuerdo.

No soy militante de su Partido. Sin embargo, desde su Fundación me he informado sobre sus propuestas, en las que coincido en gran medida. Además, dada la debacle actual en los dos grandes partidos y la crisis de ideas, corrupción e identidad que atraviesan, es un soplo de aire fresco observar el nacimiento de formaciones como la suya, dispuestas a acometer un cambio que es tan necesario para el futuro de España.

No les voté en las Europeas. Y éste es el motivo principal de este escrito, que espero valore, pues lo envío desde el respeto y el cariño de un simpatizante.

Votar por tradición es peligroso. Sea al partido que sea. Los Ciudadanos, los votantes, deberíamos ser lo suficientemente juiciosos como para analizar las propuestas, y obrar en consecuencia de acuerdo a nuestros criterios. Cosas como votar sin haber leído el programa, por ejemplo, me resultan inexplicables. El voto es nuestro derecho más preciado, y deberíamos saber utilizarlo.

En líneas generales, no tengo nada en contra de las ideas que enarbola VOX, y no descarto votarles en escenarios futuros. Alabo la titánica labor de sus militantes de base y de ustedes mismos, y también los votos obtenidos que les han dejado a las puertas de Europa. En cuatro meses y sin apenas cobertura mediática, es todo un logro. He escuchado sus intervenciones allí donde se han producido, y me he informado todo lo posible antes de emitir mi voto.

Para mi (y espero no ser el único), ser honrado es más importante que parecerlo. También, para mi, predicar con el ejemplo es primordial, pues es lo que otorga legitimidad moral para juzgar a otros. No soy Analista político, pero sí sé por qué no les voté: en mi opinión, se equivocaron de candidato.

No tengo nada en contra del presidente de VOX. No seré yo el necio que diga que no es un intelectual consumado, que demostró su valía fuera del ruedo político (algo, por desgracia, poco visto en nuestra 'Élite' actual). Pero creo que no predicó con el ejemplo, cosa que usted sí hizo.

Cuando usted, señor Abascal, decidió separarse del Partido Popular, lo hizo con conocimiento de causa y coherencia. La carta dirigida al señor Rajoy fue bastante reveladora. Usted hizo lo que muchos de nosotros intentamos al emitir nuestro voto, o incluso en el día a día: analizar las opciones, y hacer lo mejor posible en base a nuestra ideología, sin cortapisas y con amplitud de miras.

De nuevo, reiterando que no dudo de las capacidades intelectuales del señor Vidal-Quadras, ni de su valía personal y profesional.

Pero sí dudo de la legitimidad de su discurso. El no hizo lo que debía hacer cuando debía hacerlo, para resultar creíble a un amplio espectro de los votantes informados, y que los actos acompañaran a las palabras.

Por supuesto, es una opinión abierta a debate, y no dudo de que el señor Vidal-Quadras sabrá gestionar opiniones similares de cara al futuro del partido que preside.

Evidentemente, como bien señala, las Europeas han sido el primer paso, y VOX ha venido para quedarse.

Le dirijo esta carta con ánimo de sumar, argumentando el por qué de que ustedes hayan sumado un voto menos de los dos mil que necesitaban añadir.

En estos tiempos inciertos necesitamos que sangre nueva con buenas ideas gane terreno, para que España vuelva a retomar la senda que no debió perder, y el Congreso de los Diputados (y los Parlamentos autonómicos) esté formado única y exclusivamente por servidores públicos bien preparados que lo merezcan, lo vivan y, en definitiva, nos representen a todos los Españoles que hacemos grande a este País.

Continúen creciendo, y prediquen, siempre, con el ejemplo. Sus actos serán los que les definan.

Y, por supuesto, bienvenidos.

Atentamente, un simpatizante.

Un día en el Congreso



He tenido la oportunidad de visitar el Congreso de los Diputados. Es la segunda vez, pero ahora con los ojos de un adulto. Ha sido toda una experiencia. Y, como todas las grandes experiencias, invita a la reflexión.

La solemnidad del edificio atenaza, al igual que la quietud y grandeza que desprenden las vetustas paredes repletas de cuadros, los suelos alfombrados de crujiente madera, la magnífica Biblioteca y, en general, la sensación de que allí se cuecen las cosas "grandes".

Paseando por los pasillos, llegué a contemplar las pinturas de los presidentes del Congreso. Impresionantes todas ellas. Pinturas que te hacen reflexionar sobre el tiempo pasado, el devenir de los acontecimientos y el incierto presente político que nos ha tocado vivir.

Voy a ser claro: el Congreso debería albergar a la élite. Una élite bien pagada y bien preparada, que realmente representara y salvaguardara los intereses de España y los Españoles. Una Élite no por razón de cargo, sino por merecerse tan elevado objetivo. 

Los pasillos del Congreso cuentan la historia de nuestro País. Un País donde hubo verdaderas eminencias, cabezas pensantes de primer nivel, dirigiendo nuestros destinos. El paseo por el tiempo a través de los cuadros me llevó hasta nuestra joven Democracia. Cómo ésta comenzó con la mejor voluntad y ganas de cambio y construcción; Democracia que  ha ido degenerando hasta lo que hoy tenemos y padecemos.

Nada de Demagogias. Sobre el total del PIB, el sueldo de los Políticos es una nimiedad. 

Pero el dinero no puede tirarse. Como Ciudadano, quiero políticos ejemplares que mis impuestos van a pagar. Y, si lo son, si merecen sentarse en el hemiciclo con argumentos mayores que estar en una lista hecha ad hoc en base a criterios que poco tienen que ver con los verdaderos méritos, merecerán su sueldo.

Y me da igual el color político. En la variedad está el gusto, y en la diversidad el debate. Siempre y cuando esos colores sean ciertos (no la impostura habitual de las rémoras que se agarran al Tiburón de turno), y tengan ideologías definidas que les respalden, desde el respeto y la dedicación al servicio público.

En los últimos años hemos presenciado la completa degradación de la clase política mayoritaria. Las dos nefastas legislaturas de Zapatero y la (también nefasta) legislatura de Rajoy no solo ponen de manifiesto las taras del Bipartidismo, sino que además provocan que los carroñeros campen a sus anchas y se lancen a la yugular de animal herido y complaciente.


Ningún Político cuya vocación se reduzca a la permanencia en el cargo, pese a quien pese, merece pisar los pasillos del Congreso de los Diputados.

Si sus intereses anteponen al Partido, las prebendas, los juegos de salón y la permanencia en el poder a España y los Españoles, se equivocó de oficio, y de Congreso. Lo mismo aplica a  cualquiera de los Congresitos diseminados por nuestro País.      

Huyendo de nuevo de la Demagogia, llevar un País no es fácil. Quien piense eso de 'a mi me pagan lo que a tal y lo hago con los ojos cerrados', probablemente se equivoque. Por eso es tan necesario que los capitanes y capitanas del barco sean los mejores y más aguerridos, no escondan la cabeza al primer ataque, o sean incapaces de mirar más allá de la presente (y siguiente) legislatura.

Andando por el Congreso he sentido la grandeza y la fuerza de España, que no es más que un nombre bonito sin las personas que la componemos. Y también me he dado cuenta de lo necesaria que es la Política, la alta Política, la de verdad, la que estudiamos en Historia y, de vez en cuando, vemos en el día a día.

Nacen nuevas opciones Políticas, nuevos Partidos dispuestos a cambiar las cosas, con ideas diferentes que, incluso, predican con el ejemplo. Otras formaciones con más años siguen creciendo, presentando ideas coherentes que insuflan aire fresco a un ambiente viciado.

Hay esperanza. Esperanza de que el Congreso vuelva a conocer días mejores, de que Políticos con la P mayúscula ocupen sus puestos con ganas de hacer historia,, de participar en el cocido de las "cosas grandes" que fueron... y ahora no son. 

lunes, 26 de mayo de 2014

Elecciones europeas: ¿y ahora qué?


Se cumplieron los pronósticos, con mayor virulencia de la esperada. Para muchos, el principio del fin del Bipartidismo ya está aquí. A tenor de los resultados electorales, eso parece. 

Como votante y ciudadano, da gusto ver que aún tenemos algo de juicio, al menos para reconocer y castigar los discursos vacíos de contenido, como los que han estado cacareando por igual PP y PSOE. Al menos, en el caso del segundo, tanto Elena Valenciano como Alfredo Pérez Rubalcaba se han comportado de acuerdo a lo ocurrido: la primera reconociendo el varapalo y el segundo, anunciando que se va.

Más vale tarde que nunca. La pregunta es ¿habrá una verdadera regeneración Socialista o la próxima en ocupar la Secretaría General será la omnipresente Susana Díaz?

¿Y el PP? Lejos de reconocer la debacle, salvo algunos miembros como Esperanza Aguirre, la cúpula del partido sigue el mantra de su líder, consistente en esperar a ver si deja de llover y tirar de Zapateril pensamiento Alicia.

El Partido Popular ha traicionado a todos sus votantes (acólitos recalcitrantes y moderados), se ha cargado su programa electoral y, además, parece que vive en un mundo ideal donde nada de lo que se hace o se dice tiene consecuencias. Como sigan por ese camino, terminarán siendo adictos a los Gobiernos de coalición con los Socialistas que tanto 'odian'. Aunque ¡qué demonios! Como si eso les pareciera mala idea.

La prepotencia de los populares parece no tener límites, y sus propios árboles no les dejan ver el bosque. En resumidas cuentas, a este PP no le reconoce ni su madre (o Padre, según se mire).

El voto de la derecha se va para Ciudadanos (y casi para el escaño arañado pero no conseguido por el joven partido VOX, que debería haber presentado otro candidato principal, como Santiago Abascal, en lugar de Alejo Vidal Quadras, claramente matizado por sus años y años de Político con P mayúscula. Para muchos, resulta difícil de creer el cambio de mentalidad hacia la mano que le ha dado de comer tantos años), el de la izquierda para el partido de Pablo Iglesias (vaya si pueden).

Y el voto de centro izquierda para UPyD, que ha demostrado que va por el buen camino, y no solo a nivel de cuentas.

Por un lado, el resultado electoral presagia vientos de cambio, que ojalá cristalicen en que las nuevas ideas y las ganas de dar un giro a  la actual situación lleguen al jurásico y apoltronado Parlamento actual (tanto Español como Europeo).

Pero por otro lado, crece el temor. Los resultados en otros países donde las ideas (de izquierdas o derechas) extremas han triunfado, me hace pensar que llegaremos a territorios ingobernables y populistas, donde crecerá la inquietud y hervirá el Crisol que es Europa.

Eso no nos ayuda, aunque muchos piensen que sí.

Cogeré estos resultados y, humildemente, me quedaré con el primer escenario y con la bofetada, a nivel nacional, que se han llevado los dos 'Grandes' Partidos, a día de hoy mucho más pequeños... también en votos.  

viernes, 23 de mayo de 2014

El voto útil


No quiero fastidiarle a nadie la jornada de reflexión previa a las Elecciones Europeas del domingo 25 de mayo. Así que mejor ir al grano un día antes.

Huyo del voto por fidelidad. No hay nada más peligroso que votar siempre al mismo partido 'haga lo que haga o diga lo que diga'. El voto es nuestro derecho (uno de los pocos que realmente sí tenemos), y utilizarlo de la mejor forma posible, con responsabilidad, debería ser lo normal, lo deseable, lo habitual en una Sociedad sana. Todos los partidos políticos deberían animar a los ciudadanos a votar en conciencia, y a informarse antes de hacerlo.

Tampoco estoy aquí para recomendar a nadie que vote a tal o cual Partido. Cada persona es mayorcita y debe ser capaz de, al menos, recabar todos los puntos de vista para después decidir sobre el futuro de Europa.

Pero sí puedo opinar sobre mi percepción de esta Campaña, la más convulsa de los últimos años y, también, la de más bajo nivel desde que tengo uso de razón y edad suficientes como para votar con propiedad.

En las Elecciones Europeas deberíamos hablar de Europa. Esto, que parece una perogrullada, no ha sido la nota predominante de los dos partidos principales. Ambos, instalados en el localismo, han encarado las elecciones como si fueran las generales. Además, una vez superadas las vacuidades en los argumentos tanto por un lado como por el otro, lo siguiente ha sido tirarse al cuello del oponente, haciendo del populismo y la agitación barriobajera su santo y seña.

Si el mayor sustento intelectual de un discurso político tan importante como el que decidirá el destino de Europa se cimenta sobre el machismo, la soberbia e inoportunidad de unos y las peroratas de otros, vamos listos. Durante la campaña me he sonrojado y avergonzado al presenciar un circo reducido a lo mínimo imprescindible, lleno de eslóganes de anuncio mal hecho y soflamas tan grandilocuentes en la forma como inexistentes en el fondo.




Ni PP ni PSOE han hablado de Europa, ni estado a la altura. Han sublimado sus miedos ante la desbandada de muchos de sus votantes que aún piensan con la cabeza y han decidido tirar del opio del pueblo, demostrando una decadencia moral e intelectual que se veía venir desde hace décadas, agudizada por el azote de una Crisis inclemente que nos ha llevado a todos por delante.

El voto útil, dicen. La perfidia con la que juegan con el término, con el lenguaje en general, es insultante. El voto útil debe ser cualquiera (a cualquier partido) que resulte constructivo al votante del que emana. Quien quiera votar a los dos partidos mayoritarios porque está convencido de lo acertado de su discurso, que lo haga. Faltaría más que fuera yo dando lecciones o acusando de tirar a la basura el voto a nadie.

Pero, de entre todas las declaraciones escuchadas, artículos leídos, debates televisados vistos, Programas electorales escudriñados etcétera, solo he visto a los Partidos de nueva creación, o los ya establecidos y mal llamados 'minoritarios' por PP y PSOE, hablar de Europa. Y también hablar de los problemas reales de España, e incluso de cómo resolverlos con argumentos de cierto peso.

Es más, hasta algunos Partidos Nacionalistas (antes de tirarse al monte Independentista) han exhibido argumentos sobre Europa con más sustrato intelectual que Cañete y su séquito, o Valenciano y el suyo.

Que cada uno vote a quien le de la gana pero, por favor, que lo haga desde el conocimiento. Que, realmente, haga de su voto algo útil para el bien de Europa y los Europeos.

lunes, 19 de mayo de 2014

Elecciones europeas ¿qué hacemos?


Queda una semana para que decidamos el futuro de Europa. Y nunca ha estado la cosa tan fragmentada. El reciente estudio de El Mundo así lo revela.

La abstención, también, marca máximos históricos ¿qué hacemos con las europeas?

Quien no quiera creer que estamos en una situación muy difícil en la Unión, pese a lo que nos venden desde fuera (en Alemania, por ejemplo), que lo haga. Yo prefiero ver las cosas como son e intentar darle utilidad a mi voto, en un intento por mejorar la situación no solo en España.

Como votante, contemplo estupefacto la campaña electoral que están haciendo los dos partidos principales españoles, instalados en el 'y tú más' permanente, sepultados bajo encendidas soflamas en clave local. Sus campañas no son para las elecciones europeas, son un pulso entre dos partidos de cara a las generales, donde no descarto que colaboren y se hermanen si, con eso, gobiernan.

Los partidos más pequeños que sí hablan de Europa, porque es lo que toca y deben hacer, se las ven moradas para que su discurso llegue a toda la gente que debería. Estamos ante el enésimo apagón informativo en los grandes medios. Si quieres saber más de otros partidos que no sean los grandes, no te queda más remedio que acudir a (algunos) medios digitales o cadenas de radio y televisión que se mantienen firmes ante la adversidad.

Aunque no soy nadie para darlos, aconsejo a todo el mundo que quiera leer estas líneas, que se informe. No es el momento de votar por tradición o fidelidad, sino de ver todas las opciones y votar la que mejor se adapte a los pensamientos, deseos, anhelos e ideologías de cada uno.

Estamos en Europa, nos guste o no, con todas las consecuencias. Y ya es hora de que, desde España y como Españoles y Europeos, contribuyamos con nuestro voto a una Europa mejor que la que tenemos ahora.

El voto puede ser papel mojado o un arma poderosa... dependiendo de cómo lo utilicemos.

martes, 6 de mayo de 2014

Creciendo... ¿a lo alto?



En los últimos días no me canso de leer, escuchar y ver argumentos de por qué España está saliendo (de acuerdo a algunos) o ha salido (de acuerdo a otros) de la Crisis, porque ciertos indicadores macroeconómicos (y otros micro), según los expertos, funcionan a las mil maravillas.

Como no soy Economista, no soy quien para juzgar esto, pero sí para lanzar una pregunta que está ahí, dándome la barrila continuamente: si crecemos ¿es a lo alto?

En grandes números es cierto que se destruye menos empleo del que se crea, pero éste ¿es de la misma calidad que el destruido? Si crecer significa esto, como País, a la larga, vamos listos.

Un País con mano de obra mal pagada y en vilo por la suerte de su puesto de trabajo puede ser dinámico, siempre y cuando la calidad de los puestos en los que vaya recabando el trabajador sea suficiente como para suplir con experiencia y formación la volatilidad.

Y ahí me surge la siguiente pregunta ¿es así en España? Por todo lo que dicen la mayoría de Economistas que se consideran 'reputados', el mercado laboral español sigue siendo rígido y viejo, con oferta más propia de Países menores y sujeto a excesivas regulaciones.

Por tanto ¿tiene sentido adoptar un sistema de reducción de salarios y estabilidad tan drástico en un mercado con un modelo productivo obsoleto, como el nuestro?; ¿indemnizar a trabajadores con años de experiencia con ingentes cantidades, para traer a alguien en su lugar sin apenas formación y la mitad del salario del saliente?

¿Ver cómo se nos fugan los cerebros por falta de subvenciones u ofertas privadas acordes a sus capacidades?

Si estamos creciendo, no parece que sea a lo alto. A pesar del entusiasmo del Gobierno, aledaños y semejantes, ir hacia un sistema donde un trabajador vaya de flor en flor como la abeja Maya, sin que la flor sea la mejor del bosque, no parece la mejor forma de aumentar nuestra competitividad, más allá del dato puro... y duro.  

miércoles, 16 de abril de 2014

La pantomima europea


Ya tenemos nuevas elecciones a la vista. De las europeas, ni más ni menos. A estas alturas de la película de terror que nos ha tocado vivir desde el inicio de la crisis, y del papel que los políticos en general han hecho a costa del pobre (en sentido literal) contribuyente, el desencanto está a la orden del día.

Por eso, por muy preparado que esté el señor Arias Cañete, no creo que sea un  buen momento para saber de el en terrenos como su gusto por los yogures, los cochazos y los deportes de riesgo. 

Mi compañero del gimnasio más próximo ya reúne esas cualidades.

La política europea está tan devaluada como la de la inmensa mayoría de países de la zona euro. Y tener que sufrir discursos adolescentes (lo de la señora Elena Valenciano clama al cielo), machadas como las de Cañete o el ¡que viene el lobo! de Vidal Quadras... llegan a destiempo.

Solo las gentes de Ciudadanos parecen salirse del Circo, dentro de la mediocridad general.

La pantomima europea acaba de comenzar... pero esta vez ¿estamos dispuestos a comulgar con el Pan y Circo, sin apelar a la búsqueda de alguna idea y discurso para adultos?

Yo NO.

domingo, 6 de abril de 2014

Políticos: como para confiar...


A estas alturas del embrollo solo los vídeos pueden demostrar si el atropello y fuga de Esperanza Aguirre es o no es cierto.

De serlo, pondría de manifiesto que la Presidenta del PP madrileño y (hasta ahora) una de las pocas personas que parecían tener los pies en la tierra (les gustara a la gente o no, que eso es otro debate) dentro del PP, ha metido la pata hasta el fondo y, además, ha apuntado maneras de politicucha de tres al cuarto.

Sin embargo, lo que me llama poderosamente la atención no es el hecho en sí, sino lo rápido que el PP (tortuga vital donde las haya) ha reaccionado abandonando a su suerte a la Aguirre. Esto no me choca en sí mismo, pero sí lo que subyace: no se puede confiar en ningún Político que lleve apalancado en el poder más de, no sé, pongamos 10 minutos.

A los Políticos España se la trae al fresco, y sus habitantes, también. 

La señora Aguirre ha tocado las narices a Rajoy y a su club de fans, a veces con bastante razón, defendiendo unos valores que, se supone, son los que tenía el PP y, por eso, se le votó en masa cuando llegó el momento. Así que solo ha bastado una cantada de la presidenta (o un montaje muy bien orquestado, está por ver), para que el Presidente del Gobierno le de la estocada.

Con este lodazal montado ¿es posible confiar en un solo Político de ésta nuestra España, que no acabe de llegar al ruedo?

Me temo que no. Y eso SÍ que es preocupante.

viernes, 21 de marzo de 2014

Inmigración: ¿un problema irresoluble?


Primero, lo obvio: a la gente normal, de bien, le parece mucho mejor que otra gente tenga la mejor vida posible, que sea feliz y productiva, que viva muchos años, se realice y envejezca junto a sus seres queridos. 

Escribo esto en primer lugar porque quiero dejar patente que a mi me encantaría que la inmigración no fuera un problema, y que la gente que llegara a España lo hiciera por propia iniciativa, no obligada por las circunstancias de una vida imposible en sus países de origen. 

Pero vivimos en un mundo real donde, nos guste o no, hay ricos y pobres, y hay zonas del planeta donde la vida que disfrutamos en Occidente es una utopía. Pero el mundo tiene un tamaño limitado y también unos recursos limitados. La solución no pasa por trasladar de donde no hay a donde (es un suponer), hay.

En las últimas semanas, con el paso masivo de inmigrantes a España desde Melilla, y la controversia generada en torno a la defensa de la frontera por parte de la Guardia Civil, la Demagogia ha crecido hasta límites insospechados. 

Si existe una frontera, hay que defenderla. Y defenderla conlleva detener el paso de lo ilegal, y corroborar el paso de lo legal con los medios disponibles. Lo demás son palabras malintencionadas. 

Dicho esto, por supuesto que no quiero que se usen medios letales contra gente desesperada. Pero es una falacia pensar que las fuerzas de seguridad están simple y llanamente para cruzarse de brazos mientras una ingente cantidad de inmigrantes (no siempre pacifistas, todo sea dicho) intentan cruzar a cualquier precio. 

La inmigración ilegal es un problema para España. Y más para esta España con más de seis millones de parados. Nadie viene a quitarnos el trabajo (otra tontería), pero sí a aspirar a una vida mejor de la que ya no disfrutan millones de personas y familias en nuestro País. 

Entonces ¿qué hacemos? Está claro que hay que trabajar desde dentro, desde el seno de Europa. El problema de la inmigración será irresoluble si su solución se intenta unilateralmente desde cada País que lo sufre, con palabras y sin acciones; sin hacer nada en un esfuerzo conjunto trabajando para mejorar las fronteras y cumplir las leyes pero, también (tanto o más importante), mejorar las tremendas situaciones de pobreza, manipulación y diferencias de clases en origen. 

Acusar a los que defienden nuestras fronteras, enarbolar la bandera de lo políticamente correcto o presenciar como unos y otros barren para su casa en los Parlamentos de los países de la UE no presagian nada bueno.

Si la inmigración no tiene solución con los que nos gobiernan o esperan volver a hacerlo, al menos no nos perdamos en Demagogias ni discursos pasionales y poco objetivos.

Porque así, solo empeoramos un problema real, con odio. ¿Cómo vamos a apagar el fuego echándole más leña?