viernes, 27 de junio de 2014

Papá ¿qué es un Fiscal?



Según la definición del Word Reference, un Fiscal es un "Funcionario judicial que representa al Estado y se encarga de la acusación pública en los tribunales".

Si, además, hablamos de una figura conocida como Fiscal anticorrupción, podemos inferir que se trata de un Funcionario que se encarga de la acusación pública en los tribunales, centrado en la lucha contra la corrupción.

Entonces ¿qué es el señor Pedro Horrach?

No me entiendan mal: no estoy diciendo con esto que la Infanta Cristina sea culpable de los delitos que se le (intentan) imputar, presuntamente cometidos junto a su marido, Iñaki Urdangarín. Eso que lo decida el Juez, porque yo sí respeto la justicia, aunque esté para el arrastre.

Lo que sí parece lógico (incluso de perogrullo) es pensar que el abogado defensor de la Infanta, y no el Fiscal anticorrupción, sea el encargado de presentar el recurso contra el auto del Juez Castro. Porque para eso uno es el abogado defensor y el otro el Fiscal anticorrupción.

Uno defiende, otro acusa (me acaba de venir a la cabeza el Conde Drácula de Barrio Sésamo, no sé por qué...).

Llevándolo al más simple de los razonamientos, que sin duda es el anterior ¿qué es lo que se me escapa?; ¿acaso hay razones jurídicas que no estoy teniendo en cuenta, y la Fiscalía anticorrupción está para hacer las labores correspondientes al abogado defensor?; ¿es un órgano independiente, o un instrumento para seguir metiendo la suciedad debajo de la alfombra?

Como no vivo en un mundo de fantasía y coloridos Unicornios, tiendo a pensar que las palabras de Pedro Horrach : "esto le ha pasado a la Infanta por ser quién es", refiriéndose al auto de Castro y su más que presunta cruzada personal contra la hermana del flamante Rey (por cierto, desde Zarzuela se ha pedido el máximo respeto mientras el Gobierno, a través del Ministro de Justicia, pasando por el Fiscal general y terminando en el señor Horrach, hacen un indescriptible y bochornoso papelón), son más un reconocimiento de presunta culpabilidad que un intento de exculpar a Cristina de Borbón.

Porque esto (a lo mejor soy en exceso simplista) es tan sencillo como pensar que si antes de que apareciera la Infanta en los trapos sucios todo le parecía bien a la Fiscalía ¿anticorrupción?, ahora que ha aparecido ¿ya no se lo parece?; ¿ya nada tiene sencillo?; ¿ahora el juez Castro es un cruzado loco que quiere hundir ni más ni menos, y por placer, a la hija del antiguo Rey y hermana del nuevo?; ¿un empedernido prevaricador?

No dudo del cuajo que tiene el señor Castro (casi tan grande como el aguante de la Juez Alaya) pero sí dudo de que se levante pensando en hundir a la Monarquía española, por puro placer y porque el lo vale. Con todo lo que puede hacer uno sin arriesgarse a que le trituren.

Menudo lío ¿no? A ver cómo le explico yo ahora a un niño qué es un Fiscal, y más anticorrupción, en España. A lo mejor tengo que ir a lo que parece: "mira, Miguelito, en España la Fiscalía anticorrupción es un instrumento más del Gobierno de turno, y si tiene que acusar, acusa. Aunque esté mal y no deba, acusa. Vamos, Miguelito, que puedes seguir creyendo hasta que te mueras en los reyes magos, total...".

Si Miguelito sigue sin enterarse, entonces, la puntilla: "¡Ay Miguelito! En España no hace falta tener estudios para ir al Tribunal de Cuentas. Puedes pertenecer al BEI e irte con una jubilación de oro y echando la culpa a otro; puedes separarte del País con el dinero del País; puedes robar a manos llenas y luego decir que se lo inventan todo; puedes perseguir al que no hace factura y luego pagarte las obras "en negro"; puedes y debes mirar hacia otro lado cuando los responsables son más poderosos que tú; puedes defender una cosa y la contraria, si te viene bien para recabar votos; puedes pervertir la información hasta que no quede un ápice de realidad en ella; puedes instrumentalizar los medios a tu antojo; puedes mercadear, estafar, sobornar y saltarte a la torera lo que te dé la gana, siempre y cuando te apellides tal o pertenezcas a cual. En fin, Miguelito... ¡puedes hacer lo que quieras!... En lo que no te pillen siendo del montón".

Y sí, soy consciente: lo más probable es que Miguelito haya sufrido, a estas alturas, una apoplejía. La misma que he sufrido yo al intentar buscar sentido a la figura y los actos de la Fiscalía anticorrupción, aledaños y semejantes, en España.

Ni con Kärcher, oiga, ni con Kärcher.

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