Pues sí, el Diario el Mundo informa hoy que ex Altos Cargos de Interior durante el Mandato de Rubalcaba urdieron una trama de corrupción para lucrarse,con contratos amañados.
La verdad es que a estas alturas de la película (de Terror) ya apenas sorprende encontrar otro caso más de corrupción en España. Sea el Partido que sea (al menos de los que llevan tiempo en la Arena Política, y han tenido en sus manos la llave de la Caja), los Políticos de nuestro País son unos expertos en lucrarse más allá de unos abultados sueldos más que dignos.
Aunque Alemania y muchos otros se estén forrando con la Deuda Española a través de la Maldita Prima de Riesgo, lo cierto es que para la inmensa mayoría (tanto dentro como fuera de nuestro País) resulta imposible confiar en nuestros Gobernantes, en los Partidos y en los Medios de Comunicación bajo cuerda del Poder.
¿Quién nos va a prestar dinero con semejante jaleo diario?España se ha convertido en un Circo, y en todo Circo mal montado acaban creciendo los Enanos.
¿Lo peor?Que aunque Alfredito esté metido hasta las cejas (si míster Faisán no lo sabía,entonces yo nací en Krypton), se irá de rositas, como se han ido Pepe Blanco, Camps y tantos otros.
Siempre habrá un Juez receptivo, o un Tribunal puesto a dedo, o un pacto de Silencio Bipartidista donde las vergüenzas de unos y otros se escondan debajo de las Alfombras Monclovitas, de Génova o Ferraz.
Estamos más allá del asco y más allá del hartazgo. Estamos hasta las narices de esta gente que vive en un Mundo alejado de la realidad, donde todo se consigue sin esfuerzo, desenchufados del día a día de una Ciudadanía empobrecida a la que dicen representar, que ve el futuro cada vez más negro mientras los Dirigentes se dedican a llenarse los Bolsillos, protegiendo la Cueva de Alí Babá.
Ojalá Rubalcaba pague, y ojalá lo hagan todos los demás.
España necesita un cambio radical, y será imposible conseguirlo de la mano de cualquier cantamañanas que no sabe ni el precio de un café fuera del Congreso de los Diputados o sus malvados gemelos autonómicos.
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