Ahora sí.
Después de darte el beneficio de la duda, de concederte carta blanca para hacer lo que tenías que hacer, de creer que no habría nadie peor que Zapatero y que cierta cordura caracterizaría a tu Gobierno, embarcado en el más difícil todavía dentro de un escenario imposible ... te las has arreglado para que todos constatemos que no eres más que otro politicucho de tres al cuarto.
¿Qué necesidad tenías, Mariano?; ¿Qué te ha impulsado a pasarte por el Arco del Triunfo todos y cada uno de los Pilares de tu Programa? ; ¿acaso pensabas que nos callaríamos?
Hasta donde podemos entender dentro de los Juegos de Salón de la Política, algunas cosas que has hecho han venido motivadas por la pésima gestión de Zapatero y sus secuaces, que jamás pagarán el daño que han hecho a España. También podemos llegar a entender que el no tener un solo duro obligue a ceder al chantaje de nuestros acreedores.
Pero Mariano ¿dónde está ahora el Gobierno que no nos miente? ; ¿dónde han ido vuestras convicciones, con las que cargabas con mucha razón contra Zapatero en los Consejos de Ministros? Cuando uno no hace nada por cambiar lo que otro ha establecido, teniendo en su mano todo el Poder para ello, se convierte automáticamente en cómplice del desaguisado.
Y tú, Mariano, y también tu Gobierno, sois cómplices de Zapatero.
Sois otro Perro (lleno de Pulgas) con el mismo collar. Un Perro que solo sabe ser fiel a la sólida disciplina del que le alimenta. Un Perro sin mente, sin futuro, sin nada que le enaltezca sobre los otros Perros.
Tú, Mariano, y nada más que tú, has permitido que los Terroristas sigan riéndose de las víctimas. Has permitido que España continúe endeudándose ad infinitum por no tocar el Chiringuito autonómico que da a tu camada y las demás camadas de comer, Perro.
Tú, Mariano, te has llenado la boca con eso de estamos mal y tenemos que hacer cosas que no nos gustan y blá blá blá mientras vosotros y vuestros gemelos del PSOE seguís a piñón fijo envueltos en peleas leoninas de cara a la Galería, mientras que, entre bastidores, acordáis cómo seguir explotando una Gallina comatosa que ya no da huevos de oro.
Tú, Mariano, eres un maldito politicucho de carrera. Y tus manos están igual de sucias que todos aquéllos a los que condenas, pues desde el momento en que elegiste la demagogia, la inacción y la mediocridad como camino, perdiste la legitimidad que te dieron los votos.
Vete, Mariano, y ojalá te sigan todos esos Partidos que no saben distinguir la realidad de una ficción dantesca que han creado para perpetuarse.
Un País donde prolifera tu discurso, donde enaltecemos el saqueo, el relativismo moral, el terrorismo, es un País necesitado de cambios totales.
Cuando observamos (esperanzados, por desgracia) el proliferar de nuevas opciones políticas bajo el mando de otros politicuchos transformados de repente ; de ex convictos, de extremistas y, en definitiva, de gente en la que otrora jamás confiaríamos, hemos de enfrentarnos a la realidad de que esta España no va a ninguna parte dirigida por vosotros.
Esta Ex-paña, Mariano, es la que tú y gentuza como tú habéis creado, fomentando los valores que empobrecen, envilecen y aborregan a la Sociedad, buscando una Masa inerte e inerme, que podáis moldear a vuestro antojo, en la que os podáis turnar cada ocho años junto a vuestros amiguetes.
No más Herencias Recibidas, Mariano, ni más discursitos de Papá Pitufo.
O haces lo que tienes que hacer, o la Historia te recordará como otro maldito inútil que hizo todo lo posible por mantener su culo bien sentado.
Se acabó la Fiesta, señor 'Presidente'. Es hora de pagar las copas, o dejar a la gente competente, alejada de vuestros vicios morales de (sórdido) prostíbulo de carretera, monte un Negocio totalmente nuevo, honrado y próspero.
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