No, no se trata de una Comedia de enredo, sino de las absurdas declaraciones de Iñaki Urdangarín (el Don, se lo quito) que, una vez más, nos tomó por tontos a todos los Españoles.
Leer las declaraciones de semejante personaje me llevan a recordar por qué jamás se me ocurrió estudiar Derecho. Que un imputado pueda mentir tan ricamente es tan insultante que me provoca una profunda indignación. Todas esas triquiñuelas legales hacen que la Justicia no solo sea ciega, sino estúpida e interesada.
Pero Urdangarín no es el único. Revenga, la Infanta o cualquier imputado por casos de corrupción a lo largo y ancho de nuestra Geografía, a la hora de la verdad nunca sabe nada; siempre era un puesto testimonial, siempre las cosas las hacía otro...
¿Será que el Duque Empalmado tiene problemas de riego porque toda la sangre la tiene en su nobiliario capullo?
La impunidad campa a sus anchas en la anteriormente conocida como España. Urdangarín es solo un caso más, aunque agravado por su pertenencia a la Casa (de putas, al parecer) Real. Tal es la estupidez de lo que está ocurriendo que se pide explicaciones a los atracados (Barberá y Camps no son dechados de virtudes, cierto, pero fueron los que pusieron la pasta), pero no a (todos) los atracadores.
Y, como siempre, en el centro nos encontramos los Ciudadanos. La famosa (y cada vez más diluida y apaleada) 'Clase Media' que (quizás por el hecho de no haber nacido en Altas Cunas y, en su mayoría, haber librado con esfuerzo sus propias batallas) conserva una serie de principios que le animan a vivir la vida siguiendo ciertas reglas de convivencia, honradez y todos esos valores que parecen traérsela al fresco a la inmensa mayoría de los que nos gobiernan, tanto si les hemos votado, como si no.
Definitivamente, hemos entrado en el absurdo instalado en todas las Instituciones en mayor o menor medida, mezclado con un hartazgo creciente de la población cuyos efectos pueden ser devastadores para la Sociedad y el famoso (y falso) Estado del Bienestar.
Las declaraciones de Urdangarín deberían ser motivo de algo más que enconadas discusiones en tertulias de todo tipo, pues lo que encierran es la postración de un Estado laxo y servil para los que no siguen las reglas del juego pero tienen poder; Estado que, a la vez, saja y ahoga a los que sí siguen las reglas del Juego.
Si éste es el Sistema que va a sacarnos de la Crisis, mejor vamos preparando las maletas o poniendo, directamente, el culo.
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