Ni mayoría absoluta, ni leches.
Mariano Rajoy ha perdido el norte, sepultado bajo su propio
discurso de presunta firmeza donde deja caer un montón de cosas para, al final, no hacer
ninguna que pueda cabrear a alguien.
La bota apisonadora de Mariano parece convertirse en
zapatilla de ballet en cuanto pasa el meridiano de atizarle a la clase Media.
Si eres Nacionalista, don`t worry; si eres una Infanta, tranquila, no te pasará
nada; si eres miembro del Partido y te apellidas Mato, estás exento del famoso ‘llegaré
hasta el final, caiga quien caiga’.
La famosa ‘gestión del tiempo’ de la que presume Rajoy, no
es más que esperar a que las cosas mejoren porque sí ¿no tienen en mente otra presidencial persona que hacía lo mismo?
Un Nacionalista no cejará en sus empeños porque ‘Rajoy
espere’; un Terrorista tampoco. A los defraudadores, corruptos, jetas, ensobradores, papeleros y pagadores en negro
les importa un huevo la espera de Rajoy.
Alrededor del segundo bobo solemne que ha dado España en
la última década, ya están creciendo los correspondientes enanos, mientras
presenciamos, atónitos, las leoninas peleas de Cospedales y Sorayas, el ascenso
imparable de las oportunistas Aguirres de turno, las leches de una Oposición que debería irse por el sumidero con un Gobierno que no fuera de chiste.
Y, por supuesto, la estupefacción manifiesta
de todos y cada uno de los votantes del PP que votaron sin pertenecer ni
depender de las prebendas del Partido.
¿Para cuándo quiere este Hombre hacer algo? Si fuera Gerente
de un Supermercado nos la sudaría en el Marco Nacional. Pero, Don Mariano, es
usted el Presidente de un País entero ¿se quiera enterar de una vez, o prefiere
vivir en otro Mundo para(lelo)?
Si sigue así, compre un terrenito en Narnia y adose un
chalecito al lado del que ya tiene Zapatero.
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