sábado, 16 de marzo de 2013

¿Y se supone que aquí "el malo", es el Papa?


Sigo alucinando con mis congéneres. Por mucho que lo intente, no parece que pueda olvidar en un futuro la capacidad de sorprenderme con los comentarios, ataques y exabruptos de much@s. 

En primer lugar dejemos algo claro: en todas partes cuecen Habas. En la Iglesia hay ovejas negras; en la Policía hay ovejas negras; en el Ejército también... en todas partes siempre hay ¿Seres? Humanos que no merecen considerarse como tales y han de ser castigados por sus pecados. 

Somos corruptibles, a ver si lo asumimos sin disculparlo y poniendo de nuestra parte para solucionarlo.   

Dicho esto (desde mi condición de agnóstico) me pregunto ¿es que el nuevo Papa es el malo de la película? No sé a vosotros, pero a mi Francisco no me ha hecho nada, y por lo publicado, tampoco a los demás, excepto partirse los cuernos por ayudar a la gente y exhibir gestos que ya quisiéramos ver en muchos otros. 

Me molesta la capacidad de muchos para denostar porque sí, sin dar oportunidades o el beneficio de la duda, cegados por el sectarismo e incapaces de vivir la realidad como es... no como quieren que sea. 

A mi me encantaría no tener que desayunar cada día con las vergüenzas del Gobierno y los Partidos; me encantaría pensar que la Justicia está ahí y funciona igual para todos. Sería el tipo más feliz de la Tierra si no viera manifestaciones en las calles cada día, medios politizados hasta sus cimientos o una Educación basada en el esfuerzo y la excelencia. 

Alucinaría con tener la certeza de que mis Impuestos van a algo más que las Arcas de unos cuantos inútiles con carné del Partido de turno y miembros de ese Desastre llamado Unión Europea. 

Si somos capaces de quitarnos la venda de los ojos y mirar más allá de nuestras narices (y nuestros desteñidos colores políticos e ideológicos), nos daremos cuenta de que el rollo éste de 'y tú más' nos perjudica a todos, máxime cuando está ahí para que unos pocos nos coman vivos.  

Basta de revanchismos. Basta de llamar a las armas y recordar tiempos pretéritos de nuestra historia donde cada uno sacó lo peor de sí mismo, llevado por los horrores de la Guerra. Esos tiempos pasaron, y lo peor que podemos hacer es no aprender de ellos y seguir instalados en el rencor y las luchas que no llevan a ninguna parte. 

Si no interiorizamos que la lucha no está ahí, seguiremos siendo los títeres y mereceremos, casi siempre, que nos califiquen como Masa Borreguera. Para ganar este juego no podemos jugar aún más sucio de lo que nos juegan, porque nuestra legitimidad se irá por la taza del retrete más próximo, y nuestra dignidad, también.

Yo no quiero apear a todos los corruptos que dirigen nuestros destinos convirtiéndome en uno de ellos, o perdiendo el norte discutiendo con quienes esgrimen como único argumento el "con vosotros, peor".

Pese a todo, el Papa Francisco es el malo para muchos que, por otro lado, alaban que se pague sus facturas de Hotel, sin pararse a pensar, de una vez, que eso debería darse por sentado si no fuéramos víctimas del Relativismo más absoluto. triste y podrido que he visto en mi vida. 

O nos unimos por un bien común de manera civilizada y argumentada, o seguiremos bajo la Bota, viviendo del recuerdo de tiempos mejores, drogándonos a diario con la Basura que nos meten por los ojos y, sobre todo, incapaces de formar una alternativa que consiga, por fin, podar toda la mala hierba y empezar de nuevo.  

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