Me extrañan mucho los análisis que la mayoría de los Medios están haciendo sobre el resultado de las Elecciones Catalanas del 25N.
Más allá de la obviedad del batacazo de CIU y Artur Mas (que debería dimitir, pero está claro que no va a hacerlo), la lectura más preocupante que podemos sacar es que el Independentismo sigue vivo, y encima personificado por Políticos que SÍ creen en el, y no lo utilizan para tapar sus vergüenzas.
El crecimiento de ERC y la entrada de CUP debería tomarse muy en serio en Moncloa y en España, pues pone de manifiesto que el referendum se hará con seguridad, y será más virulento, pues no se esperará el NO del Gobierno para intentar colar, después, el Pacto Fiscal, que es de lo que realmente trataba todo este tema. Ni Artur Mas ni CIU quieren nada más allá de tener el control del dinero, para seguir robando a los Catalanes y Catalanas. El resto es humo y juegos de Salón.
Se agradece el triunfo de Ciudadanos, que triplica sus escaños; desde luego ellos sí han sabido rentabilizar la Campaña, hablando claro. PSC y PP deberían reflexionar, pues el primero salva los muebles, pero pierde muchos Diputados, y el segundo (con la que está cayendo), ha sido incapaz de rentabilizar la actual situación y su discurso light no convence como para tomarle en serio. Ambos Partidos están en tierra de nadie, con una falta de confianza del electorado para considerarles una opción clara de Gobierno.
El Parlamento Catalán sigue dominado por los Independentistas. Y ahora ya no hay un líder claro. Cataluña se convierte en un ingobernable polvorín donde las opciones que llevan a la Presidencia, todas, son malas.
Ésa es la lectura que debería hacerse, huyendo de la falsa euforia, la ideología o el Sectarismo.
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