A estas alturas, ya poco se puede añadir a la nefasta gestión del Partido Popular, incapaz de dar un paso adelante y hacer valer su mayoría absoluta, encaminada a hacer todas las reformas importantes que necesita este País, antes de llegar al precipicio al que, cada día, parecemos acercarnos más.
Bien por intereses propios, por las elecciones futuras o por retratarse como un continuista de la peor cara del Zapaterismo, el Gobierno de Rajoy sigue esperando. Para colmo, la Oposición del Psoe sigue dispuesta a no aportar nada, olvidando el desmembramiento que los ocho años de Gobierno Zp provocó en España.
Pasan los meses y la herencia recibida ya no es excusa: la historia juzgará a cada uno como corresponde pero, mientras tanto ¿dejamos caer España, esperando un milagro? El Pp tiene que dejar, de una vez, atrás sus fantasmas, y dejar de contentar a quienes solo quieren enfrentarse.
La Epa y la emergencia nacional están ahí, y a Rajoy le toca mover ficha, pues está gobernando el y su Partido, no el Psoe. Los ciudadanos le dieron la mayoría para obrar, no para repetir o aumentar errores pasados.
Ahora ¿qué?; ¿podemos seguir esperando haciendo chapuzas cortoplacistas, mientras la Ciudadanía sigue fracturándose, perdiéndose en luchas fragmentadas y enfrentamientos que miran al más peligroso de nuestros pasados?
¿Ahora qué, señor Rajoy? Déjese de cuentos, de administrar los tiempos, de intentar igualar la leyenda negra de su predecesor. Deje de contar votos, de verse influenciado por el ruido y la furia de los que sólo saben de violencia cuando las Urnas no les favorecen.
Gobierne de una vez. Haga lo que tiene que hacer y deje de una vez una huella en la historia. Porque para llevárselo, reír gracias y salvar a amiguetes; para dejar patente a diario que en España no somos todos iguales, ya se bastan sus oponentes y, también, ustedes.
¿Ahora qué?; ¿ya toca gobernar?
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