martes, 1 de enero de 2013

2013... a ver si mejoramos


La verdad, resulta difícil pensar que España pueda ir aún peor en el 2013, pero las perspectivas no son nada buenas.

En lo económico, aún queda mucho ajuste por hacer, que imagino terminará con un montón de parados más, sobre todo dentro de los cargos sin oposición del Elefantiásico estado autonómico.

Pero España necesita reformas tan profundas que cuesta enumerarlas todas, pero que se resumen, probablemente, en una: tenemos que volver a ser un País. Puede parecer una estupidez, e incluso una perogrullada, pero nuestro estado actual va mucho más allá de la Casta Política, la Corrupción y el Despilfarro.

Durante años, y sobre todo en los últimos de la Democracia, nos hemos vuelto cómodos y mediocres, y hasta que las cosas no se han puesto realmente feas, apenas se ha dicho ni mu en las calles ni en los Medios en general (salvo los independientes, que cada vez hay menos).

Sin prisa pero sin pausa, cada uno ha arrimado el ascua a su Sardina; a nivel autonómico, tanto los Nacionalistas (aunque éstos, lógicamente, en mayor medida), como los que no, han ido montando sus pequeños Países con todo el Aparataje necesario para mirarse el ombligo. El Estado, a su vez, se ha ido limitando a quitarse todos los marrones posibles cediendo competencias, sin pararse a pensar en cómo controlar a un niño con un montón de juguetes nuevos.

Tenemos un Presidente del Gobierno, y un montón de Presidentes del Gobierno, y los efectos de semejante estupidez práctica los padecemos cada día, con interminables conferencias de Presidentes, sediciones y rebeldías que, al final, desembocan en que cada uno hace lo que le da la gana, y el Gobierno busca amparo en un Poder Judicial a su servicio, pero igualmente mediocre, corrupto y fragmentado.

En fin, como suele decirse (y perdón por la grosería con la que empiezo el año) el coño de la Bernarda.

Quizás mejoren los indicadores económicos; quizás la Balanza de pagos vaya viento en popa y nuestras exportaciones nos salven de la quema.

Pero nuestro problema es que España no existe. Y eso ¿quién lo arregla? Nuestros Políticos no parecen estar por la labor, y la Ciudadanía, con 40.000 huelgas tal cual están planteadas, tampoco. Que España cambie requiere que interioricemos, todos, donde está la base de nuestros problemas.

El ande yo caliente, ya no vale. Porque al final, acabaremos todos congelados, salvo los que controlan las ascuas...y las Sardinas.

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