miércoles, 12 de diciembre de 2012

El PP, ese esquizofrénico


A estas alturas de la Película de Terror, a nadie le sorprende que los Partidos Políticos en general, y PSOE y PP en particular, practiquen a diario el Donde dije Digo, digo Diego , desafiando a cualquier hemeroteca, sentido común e inteligencia que se les ponga por delante.

Es tal la impunidad en la que los Políticos se han movido en los últimos años, está tan instaurada la Corrupción en el seno de sus Partidos, que cada vez sorprenden menos las Declaraciones en un sentido u otro, y las corrupciones varias que no saben de color político (salvo el del dinero, claro).

La esquizofrenia es la nota predominante en la actualidad diaria.

El caso de Santiago Cervera, ese pardillo, lo ha resuelto Cospedal a nivel político a una encomiable velocidad del rayo.

En apenas tres horas el señor se quedó sin carrera, siendo fulminado por su Partido a la espera de aclarar los pormenores de sus desventuras de Agente Secreto sacado de un tebeo de Ibañez.

El comportamiento del PP, en este caso, me resulta ejemplar. Así debería hacerse siempre que asoma un presunto caso de corrupción, hasta que se depuren responsabilidades.

Esto sí es transparencia.

Por tanto, la indignicación es mayúscula ante el ejercicio esquizofrénico del Partido, que cesa a Cervera ipso facto mientra -sin despeinarse, y a la vez- hace todo lo posible por escurrir el bulto en otros casos de nefasta gestión como Madrid Arena que, seguro, tiene responsabilidades políticas (y probablemente penales) mucho mayores que el juego de Inspector Gadget de Cervera.

Así, es imposible mantener la más mínima confianza en la adecuada gestión de PP y PSOE (de CIUy otros pequeños parásitos de nuestro Parlamento, ni hablamos), ni en la Política en general. Con semejante esquizofrenia, llevada a la vida diaria ¿prestarían ustedes sus coches a esta gente?; ¿les presentarían a sus amigos?; ¿confiarían en su buen juicio y profesionalidad de tenerlos a su cargo?.

Mi respuesta es NO.

Contundencia con la Corrupción y las malas prácticas, desde luego. Pero SIEMPRE.

Si no, esto parece más una pataleta de Cospedal hacia alguien que le cae fatal (y probablemente sepa MUCHO), que un verdadero ejercicio de transparencia.

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