Querido Señor Rajoy:
Ahora que tienen todo un argumentario preparado para hacer balance de este año 2012, encarar las Navidades y afrontar el temido 2013, último año de Crisis (o eso dicen), me veo en la obligación de mandarle esta carta virtual desde mi rinconcito de realidad, donde lucho cada día porque este País siga siendo grande, pese a todos los vaivenes que desayunamos, comemos y cenamos a diario. Ah, y también pese a ustedes, los Políticos de carné del Partido.
Señor Rajoy ¿no era usted la alternativa? Si tiramos de hemeroteca (recuerde, que siempre se les olvida: Biblioteca que dispone de una colección de diarios y publicaciones periódicas. O bien, si atendemos a la definición que más les gusta a ustedes: donde dije digo, digo Diego, y me la trae al fresco), Zapatero era malísimo, y usted y los suyos traerían la paz, la concordia, el trabajo, el fin de la corrupción, el control del gasto público, la poda del descalabro autonómico y todo ese largo etcétera que día tras día nos asola, tomándonos por idiotas.
Pues bien, Señor Presidente, el pueblo habló y le dio mayoría absoluta (y no absoluta raspada, absoluta del todo) para gobernar como es debido y volver a ponernos en la Senda del Crecimiento antes de que nos la peguemos con Siniestro Total incluido.
No soy Economista, ni Asesor, ni Palmero. Es muy probable que cualquiera de sus correligionarios tenga las ideas más claras que yo, aunque se las calle para no perder el coche oficial ni el dinerito fresco.
Pero un año después, a poco que uno se informe y lea los Periódicos, se da cuenta de varias cosas:
- La herencia recibida fue penosa, cierto, pero ¿dónde está el arreglo prometido? Hasta el más tonto sabe que esto durará años, pero la única reforma de cierto calado que, por el momento, ha hecho usted y su Gobierno es la Laboral. Lo demás no lo soñaría ni Cayo Lara hasta arriba de Lucy in the sky with diamonds: freirnos a Impuestos como nadie jamás lo había hecho, para no tocar el elefantiásico estado Autonómico donde ustedes se revuelcan como ya sabe qué. Muy liberal todo oiga.
- Que Alemania domina a esa pantomima sin cabeza llamada Unión Europea está claro. Que tiene el dinero también. Pero no creo que la señora Merkel le obligue a bajarse los pantalones ante Eta, Artur Mas y sus sueños de grandeza que solo quieren tapar la corrupción desorbitada y conseguir la llave de la caja; dudo que quiera que usted le permita al Lord Sith apellidado Gallardón ir indultando a todos los corruptos de uno u otro color (¿o es el mismo?), o a permitir ese tren de vida del Parlamentario, impensable e indefendible cuando el pueblo al que dice representar se muere de asco.
Don Mariano, sinceramente, usted no me parece tan abyecto, sectario e imbécil como su Predecesor. Es cierto que la herencia Socialista debería pagarse con la cárcel, y que la acción del PSOE estos últimos años le desautoriza para decir absolutamente nada. Su legitimidad da risa incluso entre los suyos, que al final deciden disculparse y todo, aunque sea a nivel de Soldado Raso (no vaya a ser que se arrodillen y rompan los diseños de Prada, Edición 'Proletariado').
Pero convendrá conmigo en que el discursito de haré todo lo que esté en mi mano para el bien de España, para que vuelva el crédito, recuperar la senda del crecimiento y blá blá blá estaría fabuloso si esto fuera el Salvaje Oeste y usted vendiera Crecepelos. Pero no es así, y debe saber que con España ya no puede jugar más. Ni usted ni sus compañeros de Partido y coleguitas de todos los Parlamentos.
España está para QUE LA GOBIERNEN. Y todo lo que no vaya en esa dirección, don Mariano, ¿sabe qué es? Demagogia, sectarismo, estupidez, jeta, corrupción... y palabras vacías.
Me imagino que -como la inmensa mayoría de colegas que llevan media vida viviendo en el País de las Maravillas del todo gratis- no aceptará consejos de la gente de a pie, la que está viviendo esta Crisis de cerca y se indigna cuando ve el País que quiere hecho unos zorros; pero usted, si quiere, puede hacer historia.
Hacerla siendo el primer Presidente en Democracia que ponga en orden las Autonomías. Que controle el gasto público, convierta de nuevo a España en una referencia para el exterior; reinvente nuestro tejido productivo; vuelva a unir lo que otros sonados han quebrado; separe los Poderes públicos para que todo no parezca una broma de mal gusto; utilice de una vez el Capital Humano que tiene el País, sin pensar en cómo adoctrinar más borregos que le voten; elimine la corrupción, pues su salario y el de los suyos es más que digno sin necesidad de robarnos a los demás. Usted tiene MUCHO trabajo por hacer.
Marque la diferencia, y que ese gran poder que le ha dado el pueblo conlleve también una gran responsabilidad: la de servidor público con mayúsculas.
Por el momento, señor Rajoy, solo está siendo un poco mejor que su predecesor (no es ningún cumplido, debería ser consciente de ello) pero a años luz de lo que debería, y a años luz de ser la alternativa que salve a España del Infierno al que se dirige, si nadie con cabeza, corazón y sólidos principios, lo evita.
Basta de parches, señor Presidente. Haga Historia, o pase a engrosar otra triste página de ésta. Y no se haga ilusiones: será la página de los Zapateros, las Salgados; de los GAL, la Corrupción y la Jeta
Pero recuerde una cosa: ni usted, ni su Partido, ni el resto de Partidos y Políticos apoltronados gobiernan votos... sino personas.
Feliz Navidad señor Presidente. A ver si los Reyes, por el bien de todos, le traen un poco de cordura.
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