Poco ha tardado la señora Chacón en cambiar de discurso, demostrando unas convicciones que rayan el absurdo o que, simplemente, son las mismas que las de casi cualquier político en activo. O sea, nulas.
Ahora no solo inicia Campaña en Andalucía, lamiéndole el culo a Griñán y su cohorte de corruptos, sino que además reniega de su propio discurso, que antes defendía con tanta vehemencia.
En fin, parece mentira lo que una persona sin moral ni convicciones es capaz de hacer por un puñado de votos. A ver qué se cuenta Rubalcaba, otro que tal baila.
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