Amanece un nuevo día

Jornada post huelguista.

Al despertarme contemplo cómo - inexorablemente - amanece un nuevo día. Soleado, en esta ocasión. Una concurrida carretera me lleva al trabajo. De nuevo con la radio como compañera , empiezo a ver que el idilio con el que comenzó la mañana se diluye.

A estas alturas de la película, con todo lo ocurrido desde el inicio de esta nefasta crisis, los dos principales partidos ( el socialista por narices, y el PP sin razón aparente que tenga una explicación plausible mas allá del puñetero cálculo electoral ) callan o balbucean respecto de la Huelga.
Los Sindicatos se crecen y golpean el pecho como Orangutanes y, al final, el ciudadano paga, el país paga, todos pagamos.

Es una pena que, en un país donde la convicencia se está resquebrajando ( ejemplos a millones, pero muy importantes : la rebelión de las autonomías nacionalistas o la ley de Memoria histórica - histórica para un solo bando, claro está - ponen de manifiesto la erosión de nuestra Sociedad ), donde nuestra competitividad brilla por su ausencia y nos precipitamos hacia las generaciones perdidas, ver a nuestra "clase" política apoltronada, instalada en el " tú mas " y dispuesta a heredar y nada más, es inconcebible, lamentable, ridículo.

Como País, estamos enfermos, y ya es hora de que afrontemos el problema e intentemos ponerle remedio.