El día a día de un tipo con muchas cosas en la cabeza, que desea compartir con vosotros.
viernes, 25 de julio de 2014
Cerramos por vacaciones
Estoy realmente preocupado por los años que me han tocado vivir.
No debería, quizás. Lo mejor sería dejarme llevar, ponerme con la manada y molestar lo menos posible. Consumir telebasura, hacerme eco de lo que les pasa a los famosos y famosas, hacer lo mínimo posible. Subsistir, vaya.
Pero el caso es que siempre he sido un Ciudadano cabezón, concienciado con el País en el que vivo y la Sociedad de la que formo parte.
Y nuestro País se está yendo al garete ¿o es solo una percepción?
Antes de que me lleven los Diablos por el hartazgo, voy a dar un paso atrás vacacional, que me permita coger carrerilla para encarar el nuevo curso con ganas y acento crítico constructivo.
Ahora mismo, estoy saturado: me saturan los discursos de lo que antes era bueno y ahora malo (dependiendo del Partido que esté en el poder).
Me saturan las declaraciones de Susana Díaz cuando reculan con el tema de las primarias. Me satura el fraude bancario, la corrupción andaluza, los Sindicatos, la perversión educativa, la demagogia... el uso de todo lo que esté al alcance con tal de seguir pegado a la silla.
Me satura que la hemeroteca sea una palabra desconocida para la inmensa mayoría de los que hoy dicen blanco y mañana negro, y al revés, y vuelta a empezar.
Me satura la mediocridad de los que se lo llevan crudo sin saber hacer la O con un canuto. Me satura la desgana a la hora de buscar información desde todos los ángulos posibles, en un momento en que otra cosa faltará, pero información... para nada.
Me satura que mucha gente de las cosas 'por buenas', sin ni siquiera pensarlo.
Me satura tener que pensar con qué nueva enervante noticia desayunaré: por parte de PP, PSOE, UGT, PODEMOS, aledaños y semejantes; la Justicia para algunos, las Cajas, la postración ante los terroristas, el desafío separatista y ese LARGO, LARGUÍSIMO etcétera tan fascinante como demoledor.
Así que me voy de vacaciones. Porque quiero seguir hablando de la actualidad, porque me interesa lo que pasa. Porque creo firmemente en que los movimientos de nuevos partidos y formaciones que no venden humo pueden ayudar a cambiar las cosas.
Porque en el siguiente post, quiero estar despejado como para analizar sin despotricar. Para eso, ya están muchos de los que rigen nuestros destinos.
¡Felices vacaciones!
miércoles, 16 de julio de 2014
¿Por qué, Pedro?
He de confesar que la elección de Pedro Sánchez como futuro secretario general del PSOE, dentro de los candidatos, me pareció la mejor.
El sectario Madina me daba mucho miedo, y Pérez Tapias no iba a salir salvo milagro.
Pedro Sánchez, dentro del elenco de insignes Socialistas, es de los pocos que ha trabajado en el sector privado, está bien preparado, habla inglés (Rajoy, Zapatero, Aznar... aprended) y tiene una fotogenia prestidigitadora.
Evidentemente (y más con la escalada de Podemos) el listón se ha bajado al mínimo, y no es la solución deseada para el PSOE, que necesita estar más fuerte que nunca para volver a reunir el voto de la izquierda, escorado hacia la formación de Pablo Iglesias.
Pero, al menos, Sánchez apuntaba maneras. Atención: apuntaba.
Por tanto, no puedo evitar preguntarme, dadas sus últimas actuaciones: ¿por qué, Pedro?
¿Eres solo el que guardará el asiento a Susana Díaz?; ¿acabas de llegar y ya debes tantos favores como para no poder moverte sin que el amo te ajuste la correa?
Que Susana Díaz sea la gran esperanza del PSOE, la jefa del cotarro, provoca pavor.
Nunca ha ganado nada, apenas tiene formación, ampara los ERES, encarna lo peor de la 'Casta' y su único logro fue estar ahí cuando José Antonio Griñán tiró de dedazo.
También, me imagino, suyo es el logro de haber catapultado a Sánchez a la Secretaría General con los votos de los andaluces.
Porque, si no, resulta difícil de explicar el giro de Sánchez, nada más empezar a mandar. Aunque interesadas, las llamadas al 'montaje' en la elección de Sánchez, tienen bastante sentido.
¿Estos son tus principios, Pedro? Si así quieres aglutinar el voto de la izquierda española, me temo que Susana Díaz no tendrá partido Socialista Obrero Español (como mucho, Andaluz) que heredar.
¿Cálculo político o antesala del batacazo? Sea una cosa o la otra, los españoles salimos perdiendo, tendamos o no hacia la izquierda.
sábado, 12 de julio de 2014
Miguel Ángel y la España que fue
Mi querido Miguel Ángel:
Hoy se cumplen 17 años de tu asesinato, el fatídico 12 de julio de 1997. Por aquél entonces yo era muy joven, y apenas empezaba a hacerme una idea realista del Mundo. Pero recuerdo ese momento como si fuera ayer, y también lo que vino después.
Miguel Ángel, el heroico sacrificio que tristemente protagonizaste, tuvo como consecuencia la unidad de todos los Españoles contra esa lacra llamada terrorismo: una sola voz contra el imperio de aquellos cuyo mensaje viaja en el interior de una bala.
Me impactó mucho tu muerte, Miguel Ángel, pero también consiguió que madurara, que recibiera un soberano guantazo de realidad, y comprobara la reacción de un pueblo ante la barbarie. Hay hechos traumáticos que sacan lo mejor uno mismo.
Tu muerte no fue en vano: siempre serás el espejo donde deberíamos mirarnos cuando el mensaje de paz y unidad se pervierte hasta que resulta irreconocible.
Me gustaría decirte, Miguel Ángel, que la España de hoy es mejor. Me gustaría decirte que el Terrorismo y aquellos que lo defienden o protegen con su inacción, ha muerto. Pero no puedo, y eso me lleva a desear que estés en un lugar mejor, y también posa en mí un sentimiento de rabia, de inmenso estupor ante las acciones de aquellos que una vez defendieron tu legado, y ahora lo pisotean.
Sí, Miguel Ángel, las cosas han cambiado: ETA no mata, por el momento, pero a cambio gobierna en el País Vasco, callando bocas y alienando a todos los que quieren vivir en paz y libertad. En contra, solo unos pocos. ¿Los que tú creerías? No, Miguel Ángel. Esos que lloraron tu muerte y hoy siguen aprovechando tu recuerdo, sueltan terroristas, ayudan a partidos políticos que ni condenan ni condenarán el terrorismo, pues son su brazo en las instituciones. Y no están solos: otros que no creerías les acompañan de la mano, sin pinza en la nariz que disimule el hedor de sus actos.
Sus palabras claman contra el terror y jalean tu recuerdo, pero sus acciones dicen una y otra vez que el Terrorismo es un mal necesario para sus intereses.
La España que fue, Miguel Ángel, ha desaparecido. Y por eso tu recuerdo debe estar más vivo que nunca, y el de otros muchos hombres y mujeres que han sido víctimas de la barbarie terrorista en nuestro País. Algunos se lamentan de que segarte la vida no valió para nada. Puedo entender el razonamiento, pero en mi fuero interno, me niego a compartirlo.
Y lo hago porque no soy el único que sigue creyendo que el tiro en la nuca jamás estará justificado. Ni tampoco lo estará el protegerlo, disculparlo, tolerarlo, sobrellevarlo, verlo como un mal menor, cálculo político o cualquier otro proceder que logre que muchos duerman a pierna suelta mientras su alma, vergüenza, conciencia y humanidad se pudren, si es que alguna vez existieron.
Hoy estoy contigo, Miguel Ángel, como lo estaré el 12 de julio de 2015, los años venideros y los días que me queden por vivir. Hoy muchos deberían dejar de jugar con tu legado y tu nombre, y acompañar las palabras con hechos contra el reinado del terror... que existe y está muy vivo, con o sin pistolas.
Ya me despido, Miguel Ángel. No sin antes decirte que aún hay luz a final del túnel. Aún hay esperanza y buenas gentes (en el espectro Político, Periodístico, e Institucional, también) cuyas lágrimas por ti no son fingidas y sus palabras no se las lleva el viento.
Gentes que no quieren terminar por besar el suelo que pisan los asesinos.
Un abrazo, Miguel Ángel.
domingo, 6 de julio de 2014
¿Mismos perros, con distintos collares?
Lo confieso. Sigo fascinado por la Política. Para algunos, con la que está cayendo, esto les parecerá un sacrilegio. Porque la Política, en general, no vive sus mejores momentos, sobre todo en los dos grandes Partidos que se han repartido el gobierno en España durante las últimas cuatro décadas
Las elecciones europeas y sus resultados, han precipitado una sucesión de acontecimientos que, vistos desde fuera, tienen enorme interés pero, también, ponen los pelos de punta.
El lunes tendrá lugar el debate que decidirá el destino inmediato del PSOE. Independientemente de que se comulgue o no con las ideas de este histórico partido, lo cierto es que una Democracia sana, que pueda tildarse como tal, necesita políticos de renombre, tanto en el gobierno como en la oposición.
Y no un renombre cimentado en escándalos o discursos vacíos, sino en la ejemplaridad y, sobre todo, el servicio a España y los Españoles. Algo que, a día de hoy, resulta imposible encontrar en PP y PSOE, que parecen más necesitados que nunca de una revolucionaria renovación.
No nos engañemos, la política actual está llena de eslóganes y frases que podrían aparecer en cualquier galletita de la fortuna. Aquellos partidos y políticos que exhiben discursos de calado aún no atesoran suficiente poder para gobernar, torpedeados una y otra vez por los medios afines a PP y PSOE que, cada día, demuestran que su única ambición es mantenerse en el poder, aunque se lleven al país por delante.
El PP tiene la vista en las próximas elecciones, con el cortoplacismo por bandera. El PSOE, presenta tres candidatos que tienen que basarse en la mera imagen. Perros más modernos, con distintos collares. Nada de lo que ha dicho Madina, Sánchez o Tapias se ha salido del guión, y mucho obedece, simplemente, a ver cómo Pablo Iglesias y los suyos están adelantándoles por la izquierda. Y, quien crea en Pablo Iglesias y su Partido, preferirá el original antes que cualquier copia interesada.
No es que Podemos tenga mejor discurso (que no lo tiene, pero sí un líder carismático con la cabeza bien amueblada, capaz de ofrecer maná del cielo a un pueblo ahogado que se agarra a un clavo ardiendo y respaldado, además, por medios de comunicación tan potentes y mediatizados como La Sexta), pero sí uno que ha calado en gran parte de la Sociedad, harta de la Casta que encarnan Socialistas y Populares (en ambos casos, es un decir a día de hoy).
Por tanto, el nuevo líder del PSOE no puede ser una nueva cara, y nada más. Porque los españoles y la política, la de verdad, la que me fascina, no lo merecemos. Si vamos a cambiar una mediocridad corrupta por otra mediocridad por corromper; si la única solución pasa por elegir al mal menor; si los dos grandes Partidos están tan podridos que harán lo que sea menester para repartirse el poder ¿qué futuro nos espera?
No basta con que las cosas mejoren porque la economía sea cíclica, nos arrastre Europa, el sector privado haga sus deberes etcétera. Nuestros problemas no son solo económicos, sino que están arraigados en la esencia misma de nuestra joven Democracia, pervertida hasta el tuétano, irreconocible hasta para los padres que la parieron.
La corrupción institucional de todos los poderes campa a sus anchas. Es económica, moral... vital. La idea de País se diluye, perdida entre tantos y tantos problemas emanados de las dejaciones de unos y otros. En semejante caldo de cultivo, lo último que necesitamos es que los Partidos de siempre, con sus tácticas de siempre, recuperen el poder perdido, apoltronándose a perpetuidad.
Ni tampoco que los de nuevo cuño que dicen lo que mucha gente quiere escuchar, pero también nos condenan a un futuro a la venezolana, con más poder para un peor (sí, es posible) estado, terminen obteniendo una cuota de poder difícil de devolver a quien corresponde.
El poder solo deben detentarlo los Partidos honestos, con un discurso coherente acompañado de medidas coherentes, y políticos dedicados a servir al pueblo, y no a desangrarlo. Porque en el momento en que un servidor público olvida a quien sirve, deja de tener legitimidad para gobernar.
Las opciones están hay, y felizmente aunque con lentitud, van recabando votos.
Si resulta imposible una verdadera refundación de PP, PSOE (y CIU, y PNV...), si no podemos cambiar el collar y también al perro... solo saldremos adelante con la Política con mayúsculas.
El pueblo está desesperado, pero no es tonto. La tarea que tienen por delante los UPyD, Ciudadanos, Vox etcétera es ardua, y tan importante es el mensaje y el ideario como la transmisión del mismo entre los Ciudadanos y Ciudadanas (que se lo digan a ese mago llamado Pablo Iglesias).
No sé ustedes, pero yo no quiero, ni como votante ni como Ciudadano, que nadie me venda la moto. Sea del color (político) que sea.
Es hora de hacer honor a la historia de la Política.
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