Así de ancho se ha quedado Mariano Rajoy ante la Sentencia de Jaime Matas, al que ahora parece que no conoce. Evidentemente, la sentencia es la que es, y si es justa pues perfecto, pero esto demuestra hasta dónde llega la amistad de un político para con otro, de su mismo Partido.
De amigo con el que pasas las vacaciones de verano, a no conocerlo. Y sí, la corrupción le ha sentenciado, y bien hecho está pero, si a uno de sus amigos es capaz de olvidarle así ¿qué dice en su favor, como persona, como gestor? Para fiarnos estamos.
Con amigos como estos...
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