El problema es que hay una cantidad considerable de mojigatos que, sin conocer a ningún judío, se atreven a salir en defensa de ellos, ¡no vaya a ser que se ofendan por un chiste! Cuando la mayoría de los humoristas judíos (o no judíos: recientemente Ricky Gervais, presentador de los Globos de Oro, y esta misma semana la humorista Tina Fey hicieron lo mismo) bromean continuamente con el holocausto. Quizás le suene el nombre de Woody Allen...
A los ofendidos les digo: Si les molestan las bromas de Vigalondo no las lean. Si no lo conocían de antes y no saben que lleva años haciendo humor negro (su corto nominado al Oscar era, precisamente, una sátira sobre el terrorismo) permanezcan de nuevo en la ignorancia. No deja de ser curioso que Vigalondo haya hecho bromas así durante años (algunas en televisión, como guionista de "Vaya Semanita"... chistes sobre ETA) y solo después de dirigir una campaña de publicidad para El País ciertos medios de la más rancia calaña hayan salido escandalizados a señalar con el dedo lo que cualquiera con dos dedos frente sabe entender como una broma. ¡No puede ser tan difícil diferenciar entre la justificación del holocausto y la sátira EN CONTRA del holocausto!. No nos digan a los demás sobre lo que podemos o no bromear y de lo que podemos o no reirnos. Para cohartar la libertad de expresión ya nos llega con las dictaduras convencionales.
El problema es que hay una cantidad considerable de mojigatos que, sin conocer a ningún judío, se atreven a salir en defensa de ellos, ¡no vaya a ser que se ofendan por un chiste! Cuando la mayoría de los humoristas judíos (o no judíos: recientemente Ricky Gervais, presentador de los Globos de Oro, y esta misma semana la humorista Tina Fey hicieron lo mismo) bromean continuamente con el holocausto. Quizás le suene el nombre de Woody Allen...
ResponderEliminarA los ofendidos les digo: Si les molestan las bromas de Vigalondo no las lean. Si no lo conocían de antes y no saben que lleva años haciendo humor negro (su corto nominado al Oscar era, precisamente, una sátira sobre el terrorismo) permanezcan de nuevo en la ignorancia. No deja de ser curioso que Vigalondo haya hecho bromas así durante años (algunas en televisión, como guionista de "Vaya Semanita"... chistes sobre ETA) y solo después de dirigir una campaña de publicidad para El País ciertos medios de la más rancia calaña hayan salido escandalizados a señalar con el dedo lo que cualquiera con dos dedos frente sabe entender como una broma. ¡No puede ser tan difícil diferenciar entre la justificación del holocausto y la sátira EN CONTRA del holocausto!. No nos digan a los demás sobre lo que podemos o no bromear y de lo que podemos o no reirnos. Para cohartar la libertad de expresión ya nos llega con las dictaduras convencionales.