Todos necesitamos vacaciones de vez en cuando, y más cuando se trata de la España que nos ha tocado vivir donde, cada día, cualquier seguidor de la actualidad se desayuna una maldad tras otra.
Adiós, Fátima y familia; adiós, Urdangarines, politicastros, imputados, corruptos, demagogos, idiotas, cantamañanas, famosetes y tontos del haba.
Por unos días, paso olímpicamente de hablar de vosotros. Por mi propia salud mental y la necesidad de acumular fuerzas con las que seguir dando mi visión de qué pasa en este nuestro País.
En breve... ¡estaré de vuelta!