Con 34 años recién cumplidos, se ve la vida de otra manera.
No sé si más sabio, pero desde luego más viejo, uno empieza a ver que lo más importante de la vida está muy lejos de lo material.
Una vez que estás cubierto en lo básico, nada te da más alegría que los amigos, la familia, el amor ... la vida. Lo bonito de la vida está en las tortas que nos pegamos y nuestra innata capacidad para seguir adelante cuando nos dan palos por todos lados.
En este día no tengo más que agradecimientos. A todos los que siguen aquí conmigo, contra viento y marea. A todos los grandes pilares humanos sin los que yo no sería nada.
Muchas gracias, os quiero, por siempre, a todos.
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