lunes, 15 de noviembre de 2010

El estado aconfesional ... je, je, je

Soy agnóstico y,como tal,entre otras cosas,no profeso religión alguna.

Ayer en el valle de los caídos,los controles de la guardia civil,al amparo de la ley de memoria histórica,paraban los coches buscando banderas de cualquier índole (sobretodo la española), que no podían llevarse a la misma por constituir un "acto político". Igualmente ayer, los fieles tuvieron que oír Misa fuera, a la intermperie, pues la delegación de Gobierno cerró el acceso a capilla.

Entiendo que vivamos en un estado aconfesional,lo valoro y lo comprendo.Puedo entender que,efectivamente, quiten los símbolos religiosos de las Escuelas y de cualquier otro edificio público.
Sin embargo,el caracter aconfesional del estado debe ser neutro y ecuánime,lo que significa que todas las religiones deben medirse por el mismo rasero y regirse por las mismas restricciones.

En el momento en que el estado persigue a la religión católica y la demoniza, pasando por alto - esto es un mero ejemplo,porque hay mas- las manifestaciones libres de otras religiones, como las efectuadas en la mezquita de la M-30, pierde la legitimidad de obrar.

Y en cuanto a la bandera , ¿hago política por ser español y portar mi bandera?. ¿Qué partido de facto se ha adueñado de nuestra bandera?,¿es que no somos todos españoles?.
 Si la llevo de mi equipo de fútbol favorito ¿ también hago política?. Los destructores de la Unidad Nacional deberían pensar dos veces qué tipo de País quieren, porque la multiculturalidad, el sentir de cada autonomía etc, no están reñidos con el respeto, y éste se gana, para empezar, demostrando una serie de valores regidos por la igualdad.

Una vergüenza, señores del Gobierno, una vergüenza.

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